Capítulo 68.

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¿Embarazo?

Me da a la nena cogiéndome del cuello y nos dirigimos a la puerta corredera y me voy afuera hasta llegar a la hamaca, acostándome con la nena al lado. Dejándonos ver el atardecer a lo lejos está saliendo se asoma la luna.

Te quiero mucho —dice apoyándose encima de mí, sacándome una sonrisa.

Y yo mi nena —digo mientras la acaricio el pelito, es una monada. Su manita está encima de mi vientre mientras me abraza.

Tita, hay bebé —dice levantando la mirada para mirarme directamente a los ojos.

¿Bebé? —pregunto confundido y asiente.

Sí, aquí —dice acariciándome el vientre bajo— Hay un bebe.

Nena, es imposible —digo quitándole importancia, es imposible, como me dijo Ethan, solo se puede cuando está en celo.

Lo soñé tita —dice con una mueca de tristeza por no creerla, ay me rompe el corazón que me mire así.

Vale mi reina, te creo, pero no te llores —digo regalándola una sonrisa y su tristeza desaparece, no lo voy a negar, me está entrando muchas dudas. Asiente más tranquilo y se acuesta en mi pecho mientras miro el cielo con mucha preocupación en mi interior, es solo una nena Abigaíl, pero sus sueños me dan mucha intriga.

Unos pasos me hacen mirar a su dirección y Kaia grita tito, Ethan sonríe con una gran sonrisa y se acerca sentándose a un lado, me muevo un poco para que sea cuesten y lo hace, la pequeña nena se baja con cuidado de la hamaca para ir donde el peligro.

Tito —dice corriendo con emoción hacia él.

¿Qué pasa mi nena favorita? —pregunta agachándose a su altura.

Mira toca aquí —dice cogiendo su mano haciendo que se levante y se acercan hacia mí poniendo sus manos en mi vientre— Bebé.

No, cielo, no hay nada —dice con una voz dulce y la emoción de la nena desaparece y su mirada está llena de tristeza.

Lo siento —dice con voz llena de tristeza, viendo que se le cae unas lágrimas y me siento en la hamaca.

No cielo, ven, no llores— dice abrazándola y se sienta a mi lado con la pequeña en su regazo, le quito las lágrimas que caen por su mejilla y le doy un beso.

No llores mi niña —digo acariciándola el pelito y me acuesto en el hombro de mi Alpha y su otra mano me abraza por la cintura. El sollozo se calma y asiente un poco más animado.

Será mejor ir adentro, es hoy de que cene —dice la voz grave de su parte legendaria, le miro a los ojos, tiene la mirada repleta de preocupación y asiento, la nena está cargada por él y nos levantamos de la hamaca.

Empezamos a ir a la puerta del interior de la casa, al entrar vamos donde está la melliza de Ethan que está leyendo con el sofá, al vernos guarda el libro en su bolso y nos sonríe.

Vamos Kaia, vamos a casa —dice acercándose a nuestra posición.

No, quiero estar con los titos —dice aferrándose en el cuello del pelinegro.

Kaia... —dice con una voz muy seria mientras la mirada directamente.

No me importa melli, que se queda —dice quitando esta situación con incómoda entre madre e hija.

¿Seguros? —pregunta no voy convencida, mirándonos a los dos.

Sí, que se queda —digo con una sonrisa, asiente más tranquila y se acerca a la pequeña dándole un beso y nena sonríe de felicidad—¿Ceno?

Mi mundo💹[T.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora