Capítulo 4.

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Salida de chicas.

Entro en mi piso, dejando la mochila en el sofá y me hago algo de comer. Al terminar limpia la cocina y dejar todo ordenado. Me siento en el sofá y saco el móvil para entrar en la aplicación de Google Maps, miro la distancia de mi piso al centro comercial y quién lo diría. En un pueblo tan pequeño, como puede ser que tenga uno bastante grande, está a unos veinte minutos caminando, saldré a las tres y media.

[. . .]

Salgo del edificio como cualquier día, pero me quedo congelado al ver al lobo gris a unos escasos metros de mí, está caminando con tranquilidad al interior del bosque y no puedo dejar de mirarlo, no me imaginaba que fuera tan grande. La cabeza del lobo se gira a mi dirección y sus ojos azules se fijan en mí, haciendo que retroceda por miedo y me voy rápidamente al interior del pueblo, tranquilízate Abby, son tus imaginaciones. Sigo el móvil hasta llegar al centro comercial, cuando llego a la puerta principal para esperar a Megan, a los pocos minutos aparece muy sonriente.

Hola, ¿y Bella? - pregunto amablemente.

Hola, no pudo venir —dice con una mueca.

A bueno, no pasa nada —digo sonriendo. Vamos a divertirnos —dice emocionada.

Entramos en el interior del centro comercial y pasamos por todas las tiendas. Me compré ropa más abregada, a ver si así de esta manera no me muero tanto de frío, pero eso será imposible. Nos sentamos en un bar casual y me pedí un café, qué novedad, y ella un late.

¿Tienes hermanos? —pregunta con su curiosidad de siempre.

No, soy hija única, ¿y tú tienes hermanos? —pregunto amablemente y tomo un poco de café.

Sí, pero vive en Europa y yo vivo con mi "querida" madre —dice rodando los ojos.

¿Tenéis problemas? —pregunto intentando no ser muy cotilla, no quiero incomodarla.

Es una madre complicada —dice encogiendo los hombros y después los baja.

Todas lo son, cada una a su forma —digo neutral.

Las madres se preocupan por ti, te quieren con tus defectos y no te juzgan si elige la carrera que quieres, ella quería que hiciera medicina y me negué —dice con tristeza y después suspira.

Habla con ella y se lo intentas explicar —digo a ver si la puedo ayudar.

Ya lo hice muchísimas veces, pero soy su "defección andante" como dice ella, mi hermano es su preferido desde siempre —dice con tristeza, haciendo que se le rompa un poco la voz y se quita unas lágrimas fugaces.

Te acogería en mi casa, pero para dos personas sería ya agobiante —digo con algo de ironía y se ríe, por lo menos la hice reír.

Ya buscaré algo y miraré algún trabajo—dice con una mueca tratando de sonreír.

Yo también empezaré a buscar trabajo —digo cambiando de tema.

¿Así? —pregunta mirándome.

Sí, no me gusta depender de mi madre, ya bastante tiene... —digo con seriedad y me callo de golpe, ya que nos interrumpe el camarero, deja nuestro pedido y le agradecemos, bebo un poco de mi café caliente y que alivio. .  

[. . .]

Nos dirigimos a un salón de juegos y entramos en su interior, pagando una hora en los bolos. Cuando nos dan los boletos, nos guían a la zona donde tenemos que poner los zapatos y comienza el juego. Cojo la bola menos pesada y el arrojo por la pista, tirando casi todos menos uno. El segundo intento falló el tiro, pero no me importa, lo que me importa es divertirme. Después de aquella hora llena de diversión y de muchas risas, al final ganó ella por un punto y la felicidad, no me pico por tonterías, me alegra que este rato la haya distraído. Salimos para ponernos nuestros zapatos y nos vamos muy divertidas de ahí.

Mi mundo💹[T.1]Where stories live. Discover now