capítulo 38

246 67 16
                                    

Capítulo 38
Mimi Rosé
Explosión.

Luka es pasional, cuando me toca, cuando me besa y cuando me hace suya siento como si me entregaste su vida, su alma y su corazón con cada uno de esos gestos, lo mismo sucede cuando toca.

Entrega el alma. Lo vi… por primera vez lo vi tocar en vivo ante varias personas que gritan su nombre y aplaudían eufóricos por él.

Un gran espectáculo fue lo que dio anoche, aunque no fue tan grande, ni lleno de tanta producción fue hermoso en todos los aspectos, tenía un gran significado para él, y para esos niños.
Sé que muchos de ellos empezarán a soñar en grande gracias a lo que vieron anoche, gracias a lo que trasmitió el gran Luka Hauser en el escenario.

Suspiro con fuerza viéndolo dormir en mi habitación, su espalda está desnuda, parte de una de sus piernas está expuesta, es la primera vez en días que duerme plácidamente, lo siento de deambular por la casa con Lola en sus brazos en la madrugada, no me acerco porque entiendo que necesita su espacio.

La puerta de mi casa es tocada con fuerza. Luka se remueve, cierro la puerta de mi cuarto y salgo con rapidez a abrir.

Francia está parada frente a mi agitada.

──Cierra. ──Entra a mi casa llevando varios periódico en sus manos. ──. Tenemos un serio problema.

El teléfono de Luka comienza a sonar en mi habitación.

Van a despertarlo.

──¿Qué pasa?

──No te protegí como me pidió, lo siento Mimi.

──¿De qué hablas?

──La prensa… ──me extiende lo que lleva en sus manos.

En la sección de espectáculos sale mi rostro, me anuncian como la nueva conquista de Luka Hauser, Francia quita el primero para pasar al siguiente y el titular me deja anclada al suelo.


Novia de Luka Hauser intimando con personal del hotel


Una fotografía mía con Sebastián está ocupando la mitad de la página y en la siguiente se ve una secuencia de ellas, pareciera que fuésemos algo más.

¿Qué mierda?

──¿Cómo pueden mentir así? ──Inquiero con mis manos temblando.

La puerta de mi habitación se abre.

──¡Me puedes explicar que es esta mierda Mimi! ──El grito estruendoso de Luka resuena en mi casa.

Me quedo inmóvil viéndolo, me toma un par de segundos reaccionar.

Su rostro me dice todo lo que piensa.

──No es nada… ──susurro. ──. Déjame explicarte.

──Mimi no digas nada. ──Murmura Francia. ──. Ahora no.

Luka viene hacia mi para arrebatarme el periódico de las manos.

──¿No es nada? ¿Lo viste? ──Inquiere con el rostro enrojecido.  Señala una de las fotografías, pareciera que estuviese a punto de besarme pero fue tomada justo en el momento donde quito el cabello de mi rostro. ──. ¡explícame! ──Exige.

Tiemblo ante su furia, está intransigente, cualquier cosa que diga será en vano.
Él cree en lo que ve, no en lo que yo le diré.

──Cálmate para que pueda explicarte, por favor. ──siseo con voz temblorosa. ──. No es lo que piensas están tomadas mal… él solo me estaba ayudando.

Eleva sus cejas, Francia intenta mediar pero le da una mirada furtiva llena de advertencia, y a ella le toca dar un paso hacia atrás.
 
──¿Ayudando? ¿Qué mierda hacías en el hotel Mimi? Yo no estaba allí.

──¡Fui a sorprenderte!

Sonríe lleno de ironía.

──Mira que sorprendido quede. ──Gruñe arrugando el periódico en sus manos, lo lanza al suelo sin notar que Lola está allí.

Mi gata huye escondiéndose debajo del sofá.

Regresa a mi habitación dando pasos firmes mientras las lágrimas corren por mis mejillas. Intento ir detrás de él pero la mano de Francia lo evita.

──Mimi deja que se le pase, horita no es un buen momento.

──No puedo.

──Mimi… no entiendes… déjalo.

Niego y camino hacia la habitación, lo consigo vistiéndose, toma sus cosas con brusquedad.

──Luka, por favor escúchame. Te juro que no paso nada. Sólo es un muy malentendido. Las fotografías están tomadas de una manera que…

──¿Qué que? ──Grita marcando las venas en su cuello. ──. ¿Lo besaste? ¿Te gustó?

Niego impresionada por lo que dice, por lo que insinúa.

¿Qué clase de mujer cree que soy?

¿Qué esta pasando aquí?

──Escúchame. entiende… no paso nada.

──No quiero escucharte. Ahora no.
Pienso que no es él hablando, pienso que es la abstinencia, el proceso de sus cambio de humor. Él no tener control de las cosas… cosas que me advirtió.

Va a tomar… lo sé.

Intento tomarlo de la mano y se zafa de mi agarre con tanta fuerza que me lanza hacia la puerta de mi habitación haciendo que choque contra la manilla y la dura puerta.

──No quiero volver a verte. ──Espeta y sale.

El dolor físico se esparce a la misma velocidad que el dolor interno… que el dolor del corazón.

Las manos delicadas de Francia secan mis lágrimas.

──Te lo dije… déjalo irse. Déjalo que drene sólo.

Sollozo con fuerza aferrándome a los brazos de quien se ha vuelto una gran amiga para mí.

Me dejó llorar, me deja desahogar todo aquello que acumula mi corazón destrozado por el señalamiento de quien más amo.

Luego de un par de minutos, Francia me ayuda a levantarme, me pone en la cama y va en busca de hielo y algún calmante. Revisa mi espalda…

──No fue su culpa. ──Susurro.

──Luka es volátil, Mimi. Es como un volcán. Y él no tomar lo ha puesto peor, por eso te dije, déjalo. Luego hablarán con calma.

Sollozo cuando el hielo se posa en mi piel.

Duele, pero no tanto como el hecho de que se fue, me dejó sin escuchar razón.
Se cegó con la rabia, sé que él me conoce, sé muy dentro de mi y que él sabe que eso es falso, lo sé.

──¿Qué mas dice el periódico?

──Muchas cosas… no es importante ahora.

──Si lo es.

Suspira con pesadez.

──Hablan de ti, de que trabajas en una floristería pero…

──Lo hacen de forma despectiva.

──Si. Varios medios amarillistas te tachan de interesada, y otros solo anuncian el noviazgo. Y hablan de porque Luka te tenía oculta, sólo eso.

Seco mis lágrimas, mi teléfono comienza a sonar.

Mi madre, lo sé.

──¿Te lo paso?

Niego cerrando los ojos con fuerza,  subo mis piernas hasta pegar mis rodillas el pecho mientras Francia sigue colocando el hielo en mi piel.

──Me dejó. ──Sollozo.

──Lo siento mucho, Mimi. Lo medios son… Una mierda. Lo que hacen es para vender es indignante.

Seco mis lágrimas, y salgo de la cama con el dolor invadiendo mi cuerpo. Tomo mi teléfono de la mesita de noche, y confirmo que era mi madre, tengo varios mensajes de Brady con imágenes…

Seguro son de la noticia.

Busco el contacto de Luka, y marco, llevo el aparato a mi oído con la firme esperanza que conteste.

Necesito que me escuche, necesito que vuelva… Siento que si no lo hace va a perderse en el licor.

Un tono, dos, tres y soy enviada a buzón, me rechazo la llamada. Vuelvo a insistir y ahora aparece apagado.

Me dejó caer al suelo partiéndome en miles de pedazos porque esto no traerá nada bueno, esto hará que Luka caiga nuevamente.

──Va a tomar… ──sollozo.

──Eso es algo que nadie puede evitar, sólo él.

──¿Cómo puede creer que soy capaz de algo así?

Francia seca mis lágrimas.

──Lamentablemente, Mimi. Es algo que él no puede controlar hasta que pase por completo por el proceso de sanación. Lo mejor era internarlo… ──se deja caer a mi lado. ──. Ignacio va a usar esto para alejarte de él. Debes estar fuerte, firme… ¿Ok?

Cubro mis rostro con mis manos.

──¿Cómo hago eso? ¿Dónde consigo las fuerzas? ¿Dónde?

Mi dolor es intenso… muy intenso.

Amor platónico Where stories live. Discover now