SUEÑOS: Un Mundo Desconocido (Mundo #1)[En Proceso]

Capítulo 27 | Te encontré (Segunda parte)

Liam

Ya estoy cansado de todo este asunto.

El misterio que esconde Max es tan agotador y odio que se haya fijado en mi para ser su secúas, su víl ayudante, el que se ensucia las manos por el mientras observa desde lejos.

Es cierto que al principio todo esto me gustó, el poder y sobre todo los privilegios que encerraba ser el protegido de Max, llamándolo de cierta forma.

Pero ahora todo esto se ha vuelto tan... Asfixiante.

No entiendo por qué se fijó en mí, entre tantos guardianes con mayor rango y mejores habilidades. Solo soy un guardian tan simple y nada especial. Sin embargo quisiera que todo acabará de una vez.

Pero se que para eso ya es muy tarde. La codicia y prepotencia de Max no va a dejarlo retroceder. No hasta llegar a cabo su venganza.

Solo me queda seguir hacia adelante, al fin y al cabo el es el único que me extendió una mano cuando yo ya no podía más, cómo olvidarlo.

***

–¡No vas a poder llegar a ser un simple guardian del castillo si ese es todo el poder que tienes!– dijo el guardia de mayor rango parado en frente de mí, el encargado de entrenar nuevos talentos para guardianes.

–Creo que con tu habilidad solo podrás lavar los platos y secar la ropa. Con ese hilito de agua y leve soplo de viento no podrás hacer nada– se sacudió una partícula de cualquier cosa que estaba sobre su camisa –Eres una escoria–

Se colocó de cunclilla para poder estar a mi altura ya que aún me encontraba en el suelo descansando después de toda la paliza que me dio.

¿Se supone que es un entrenamiento?

– ¿Ranses no creés que se te fue la mano un poco? – lo interrumpió otro de los encargados observando la escena desde lejos.

–Si el quiere ser un guardian, debe estar preparado para todo, incluso cuando otro que posee la misma habilidad que el lo ataca. Es una pena que de los dos solo uno domine un elemento y sea ese el que haya ganado– me restregó en la cara.

Ambos éramos elementales. Pero para mí mala suerte yo era una de las escasas personas que podían dominar todos los elementos, lo cual eran casos especiales, sin embargo al ser inesperto y no saber usarlos como se debe, era motivo de risas, burlas, y por tener lo que otros no, de celos.

–Es una desgracia que alguien como tu tenga algo que le corresponde a otra persona– escupió a mi lado.

–tal vez no merecías tenerlo– reuní el valor para defenderme justo cuando esté se retiraba.

Freno en seco apretando ambos puños a sus laterales.

–¿Que fue lo que dijiste?– pronunció apretando sus dientes.

– Vamos Ranses deja al niño, ya ha terminado el entrenamiento– la tercera persona en la habitación le hizo el gesto de marcharse pero el lo ignoro.

–Te arrepentirás – fue lo que dijo.

Solo eso, y segundos después su puño derecho estaba ardiendo en llamas y estaba plasmado en mi rostro.