Capitulo 106: Los brazos del abuelo un templo

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- ¿Se puede?- preguntó juliana entrando con Víctor pues Leandro no pudo acudir.

- ¿Traes suizos?- preguntó Ponce

- Menudo saludo...- dijo Juliana- si, si traemos pero no para ti.

- Sosa

- Es broma, si. Anda coge... ¿Cómo está la niña? Enhorabuena Maruxiña y glotón.

- Venid con papá- dijo Ponce

- 🙄 mil gracias Juliana- dijo Maruxiña- ¿Queréis cogerá Carla?

- Si. Hola chiquitina... Mirad me ha sonreído

- Es muy buena y tranquila- dijo Maruxiña

- Ángel estará encantado con su hermanita, es más dulce ese chiquillo...- dijo Víctor

- Tiene celos- dijo Maruxiña

- Normal... Tendrá celos de que sus padres quieran más a Carla que a él.- dijo Víctor

- ¿Él celos de eso? Pasa del tema, el está celoso de mi padre... Menudos celos le tiene el tío.- dijo Ponce

- Lo adoro- dijo Juliana

- Son almas gemelas, cada vez que lo tengo más en claro- dijo Ponce

Mientras juliana y Víctor estaban en el hospital viendo a Maruxiña y conociendo a la pequeña Carla, Leandro en la sastrería recibió una llamada:

- ¿Sastrería viuda de seler?

- Deja de tonterías,Leandro que soy yo- dijo Germán

- ¿Y como lo voy a saber sino se refleja nada? Ains genio... ¿Deseas algo?

- Te iba a contar el plan que pensé. Consistía en encerrar aquí y atar de pies y manos en sillas a nuestras esposas.- dijo Germán

- ¿Y por qué hablas en pasado?

- Pues porque las animales estás se han reconciliado- dijo Germán refunfuñando

- ¿Cómo es eso?

- Juliana impidió que Manuela se escurriera en las escaleras con tremendo porrazo, han empezado a hablar, se han reconciliado- y yo aqui que no puedo atar a nadie.

- Jajaja eres lo que no hay- dijo Leandro- te has enfadado igual que de niño cuando no ganabas a tu hermano en los juegos. Ya se te presentará otra oportunidad porque Manuela es un verdadero volcán con patas.

- Sí- dijo Germán cortando al mismo tiempo que alzaba la ceja derecha

Y tal como había pensado, en la noche y una vez que sus hijos y nieto dormían en la cama esposo de pies y manos a manos para terminar eso en una más que potente fiesta de deliciosos.

Varios días después:

- Mono amedio, vamos a cenar- dijo Maruxiña- lo que faltaba... Ángel dormido

- Y mí padre- dijo Ponce divertido al ver a abuelo y nieto dormidos,felices y con la misma postura al tener la cara echada uno sobre el cojín y otro sobre el pecho del abuelo.

- Despiertalo- ordenó Maruxiña

- No, déjalos

- ¿Cómo que los dejé? Que después de cenar quiero bañarlo.

- Pues hoy No- dijo Ponce- y no olvides nunca que los brazos del abuelo son un templo.

*Continuará*

Aviso: Muy pronto un suceso inesperado en la calle Acacias cambiará todo y la vida de algunos de los vecinos más queridos para siempre.

PD: Perdón por este capítulo tan flojos y por los otros tan malísimos. No soy una escritora profesional y hago lo que buenamente puedo. Bye.

EsperanzasWhere stories live. Discover now