Capitulo 46: Confesión

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*Al día siguiente*

- Doña Francisca, cuanto tiempo. Gusto en verla.-dijo Méndez

- Pues yo no tengo gusto en verte, niño. ¿Que es eso de venir ahora a verme? Y eso que soy la madre de tu mejor amigo de niño.- y le dio una colleja como su nuera.

- Jajaja- se reía Ponce

- Auch. lamento no haber venido antes pero se complicó el caso en Murcia y deje pendiente el caso de Ponce y Úrsula.

- Se habrá complicado todo lo que tú digas pero el sol de la playa lo tienes más que aprovechado.-dijo Ponce con ganas de gresca.

- No empieces muchachito que te veo la intención en la cara-dijo Germán

- No es lo que estás pensando

- ¿Cuántos grados había en Murcia?- preguntó Germán

- 25 grados

- ¿Y eso es calor?, ¿Enserio? Tío entonces cuando estemos en agosto ponte el pijama de pelo ta puestos- soltó Ponce

- ¿Yo que te he dicho hace un minuto, hijo? Eres incorregible, nunca me haces caso.

- ¿Y tú hacías caso? Porque siempre ibas a mí contra o a la de tu padre.- salto Francisca quién sin más se puso a buscar en el mueble.

- Y luego este niño es idéntico a mi... Mentira cochina. Es 100% a ti.-dijo Manuela

- ¿Podemos seguir con el caso?

- No

- Ponce- le regaño Manuela

- Está bien... Empecemos 🙄. Yo no recordaba nada de mi secuestro Méndez y ya creía que nunca recordaría pues todo indicaba que había sido la cara codorniz de Cayetana pero todo cambio cuando Úrsula Dicenta regreso al barrio toda vestida de negro con esa cara vinagre, su nariz ganchuda y su pelo graso.

- ¿Que paso?

- Cuando la mire a la cara de pronto caí en shock y los recuerdos se agolparon en mí. La vi atandome de pies y manos a un árbol, diciéndome cosas horribles y empuñando un cuchillo muy afilado pero cuando descubrió que yo perdí toda memoria menos mi nombre se apiadó a medias... No me clavó el cuchillo pero si que decidió dejarme allí solo para que muriese y me comieran los animales. Yo solo tenía 5 años, del mismo susto perdí la memoria,lo que no sé es porque cuando volvieron mis recuerdos estos se quedaron por hay.

- Nadie entiende la mente pero servirá. Úrsula Dicenta irá presa.

- ¡Mamá! ¿Tu nieto contando algo bien importante del caso y tú a lo tuyo?

- Estoy escuchando mientras busco algo y te aseguro que ese demonio con piel de mujer pagará muy caro haber secuestrado a mi nieto y haberle querido matar.-dijo Francisca misteriosa- está buscando esta fotografía.

- Solo son dos niños-dijo Ponce cogiendo la foto.

- No es una simple foto

- ¿Quién es el niño que está comiendo chocolate y tiene esa cara de indio?

- Estás casada con él-dijo Francisca

- ¿Germán?

- Si... Ese soy yo a los 7 años.

- Eras super adorable. Ven aquí.😍-y sin más se tiro a besarlo.

- Mamá por dios que hay gente delante. Comportarnos que tenéis una edad y hay una menor dormida, hombre.

- Como si a mí me importase. Eso es alegría, mi nieto.

- Yo ya no puedo con mi vida.

En la tarde con la excusa de dar un paseo, Francisca en la comisaría pagó a gente para ver a Úrsula. Ella y solo ella haría pagar a la señora Dicenta por hacer daño a su hijo y a su nieto y nada la detendría.

- Hola querida Úrsula

- ¿Nos conocemos?

- No, aún no... Soy la esposa de tu abogado defensor.

- ¿Y porque no ha venido él?

- Está enfermo, muy enfermo. Tiene una información importante que te ayudará a salir libre. Ven... Acércate.

- Está bien. Aaahhh...

- No soy la mujer de nadie. Soy Francisca Ortiz viuda de la serna. Madre de Germán de la serna y abuela paterna de Ponce... Nadie secuestra e intenta matar a mí querido nieto y se va de rositas. Arde en el infierno, malnacida.-dijo Francisca tras apuñalar a Úrsula.

- No me has matado...

- Ya lo creo que sí, te quedan dos minutos. Soy la madre de un médico, ¿Crees que no he leído y se la mejor zona para apuñalar? No me subestimes.- y sin más se fue.

Úrsula un minuto después falleció por la puñalada sola en la prisión.

La noticia de que Úrsula Dicenta había muerto en prisión al suicidarse clavándose un cuchillo recorrió todo el barrio como la pólvora y aunque en un primer momento Germán sospecho de su madre, está se encargó con maestría de quitarle esa idea de encima y el médico determinó de que realmente fue un suicidio y así lo creyeron también todos.

Una semana después, en el barrio se iba a hacer un desfile de modelos para una nueva tienda de ropa masculina en la calle que buscaba un modelo al faltar uno. Ponce que estaba tomando un café en la terraza de la deliciosa fue captado por el dueño de la tienda y Ponce aceptó.

Sin embargo el joven había decidido no contar nada a su familia por si se avergonzaban de él.

EsperanzasWhere stories live. Discover now