Capitulo 15: ¿Qué tiene Germán?

8 0 13
                                    

**Al día siguiente**

- Ponce castro o de la serna o como quieras que te diga deja de tirarme así del brazo que me lo vas a arrancar. Dios, enserio que aún no entiendo yo como no te reconocí en cuanto te vi si sigues igual de animal que de niño.

- Yo de niño no hacía travesuras, pregúntale a Rosa.

- Ya hablaré yo con ella, ya... Y seguro me dice que no parabas quiero y todas tus travesuras.

- Vamos ya a la chocolatería, anda... Que huele a chocolate todo el maldito salón.

- Anda vamos fiera antes de que el edificio entero se entere de tu hambre...-dijo Germán divertido viendo a su hijo que en lo que decía la frase había dado ya como diez vueltas y descolocado alguna que otra silla a su paso.

Al bajar las escaleras, se encontraron a los porteros enfadados pues el barullo en casa de la serna los despertó antes de tiempo, el matrimonio fueron los únicos que no se habían enterado de que Ponce vivía y había pasado la noche con su padre en casa:

- ¡Don Germán Germán de la serna!-chillo paciencia molesta- ¿Se puede saber que hacía a las ocho de la mañana corriendo de alla para acá que eso parecía un huracán? Por no hablar de las sillas que ha movido...

- En verdad el terremoto no fui yo sino este jovencito...

- ¿Que pinta su asistente o lo que sea aquí?-dijo ahora servando.

- ¡Abu paciencia!- grito Ponce tirándose a ella para abrazarla.

- ¿Abu paciencia? No me digas asi que así me decía siempre mi niñito Ponce 😭 su madre quería que fuéramos como otros abuelos para él y murió por culpa de la penca manía de Cayetana... Ay mi Ponce que muerte más dura 😭

- Yo creo que igual estás errada,mujer.-dijo servando que ya había reconocido a Ponce.

- Seña paciencia. Cómo le decía yo no fui quién armó alborotó sino este jovencito que de niño gustaba muchas veces de ponerse a saltar o corretear solo para chincharla despertandola. Mírelo...

- Abu paciencia... No me lloré más que su niño Ponce al que usted tanto quiere no tuvo tal final y está a su lado deseando darle mil besos.-dijo Ponce emocionado

- No puede ser... ¡Niñito Ponce, mi niño Ponce! 😭😭😭😭- dijo ella abrazándole- pasa dentro que te hago un bizcocho de limón.

- Va a ser difícil con los suizos en mente desde ayer...

- Ahora no puedo porque voy a saquear la deliciosa comiendo suizos pero esta tarde prometido, prometido que paso a veros y nos comemos un bizcocho mientras charlamos largo y tendido, ¿De acuerdo?

- Por supuesto, aquí te quiero ver. Ay Servando, si es igualito a la Manuela en todo...

Germán que creia que con el reencuentro de su hijo con los porteros se había calmado no sabía el médico lo equivocado que estaba pues su hijo a parte de ese imperioso deseo de suizos seguía queriendo anunciar su regreso a la calle Acacias totalmente a bombo y platillo:

- ¡Juliana elorza!, ¡¡¡Mis suizos!!!-berreo Ponce como solía hacer de pequeño.

- Ponce mis oídos, joder.- reclamo Germán

- Solo tú podías entrar aquí chillando a saco por tus suizos, Ponce de la serna...-dijo juliana emocionada corriendo a él - sigues igual que de pequeño. Tu y ese brío. El mismo brio de mi Manuela...

- ¡Juliana! Estaba loco por verte y abrazarte.

- Uy... Pero serás mentiroso-dijo Germán - ayer se enfado porque estaba cerrada, a las cuatro de la mañana el señorito decidió despertarse con hambre de suizos y ya a las ocho de pone en modo guerra que ni los porteros han podido seguir durmiendo con él.

- Va... Ahora te saco unos pocos.

- ¿Unos pocos? No... Dos bandejas para mí.

- Jajaja está bien-dijo juliana

**Minutos después**

- Debe estar muy feliz por el regreso de su hijo-dijo Víctor

- Ni te imaginas, victor. Ay la madre que te parió... Ponce de la Serna Blasco deja de intentar meterte cinco suizos en la boca al mismo tiempo, come despacio de uno en uno y limpiate el chocolate que ya tienes chocolate hasta en el pelo.

- Amigo, definitivamente no te aburres con tu hijo

- No Leandro, no-dijo Germán sonriendo- es como su madre y eso me encanta. Aún no se a quien ha salido de nervio y tragón.

- Le dijo la sartén al cazo...-suspiro Leandro mirando a Germán.

Una semana después, Ponce que seguía viviendo con Rosa alternaba también el tiempo con su padre y se estaba replanteando vivir con él ya que le dolía dejarle solo pero no quería herir tampoco a Rosa.

Germán por otro lado era feliz, feliz como no lo había sido en trece años aunque lo era a medias pues le faltaba alguien.

Todo iba como la seda hasta que un día Germán se levantó más triste, decaído y de uñas que nunca algo que preocupó mucho a Ponce... ¿Que le pasa a su padre para estar así?, ¿Sabrá alguien algo al respecto?

*Continuará*

PD: No me podía ir sin subir esto ya que me vino la inspiración.

EsperanzasWhere stories live. Discover now