Ponce llega a casa:
- Hijo, ¿Estás aquí?- preguntó Germán que leía el periódico.
- Papá, ¡Tienes enamoradisima a la tía Leonor! Que encima me ha llamado tonto y se cree que me he creído eso de que quiere a otro cuando te miro el culo toda descarada el otro día.-dijo él colgando el abrigo.
- ¡Ah! Ponce dios qué manera la tuya de saludar. ¿De donde sacas esa idea ridícula?
- De idea ridícula nada que te miro el culo sin reparos ningunos.
- Basta ya. Tu tía no tiene porqué mentirte ni porque llamarte así. Primero puede ser verdad que este enamorada de alguien pues hace mucho que enviudó y segundo que yo nunca me fijaría en ella ni...
- Bueno sino quieres enrollarte con ella siempre puedes hacerlo con Rosa. Mira si tú y ella...- dijo Ponce alzando las cejas.
- Ni Leonor, ni Rosa, ni la virgen María ni Úrsula dicenta. Yo jamás me enamorare de nuevo, no puedo amar a nadie como a tu madre. En su entierro juré no amar nunca a ninguna mujer y así será hasta mi muerte.
- ¿Qué perra te ha entrado a ti con no enamorarte?
- ¿Y a ti con buscarme novia? Además yo no tengo porqué hablar de esto contigo. Podrás doblegarme en lo que desees pero en eso no.
- Abuelo- espetó Ponce
- Vamos a cenar anda
Meses después, Ponce terminó sus estudios en pediatria donde su excelente expediente académico hizo que fuera contratado en el hospital general y eso tenía al joven emocionado pues uno de sus deseos era trabajar codo con codo con su padre.
Y así llegó el día de la graduación donde fueron casi todos los vecinos, entre ellos Leonor con Juan Diego su nuevo amor, algo que tenía a su sobrino un poco decepcionado pues no había perdido la esperanza de ver a su padre novio con Leonor.
- Ains Ponce, enhorabuena... Si parece que fue ayer cuando entraron al colegio tan pequeñitos y Manuela no podrá verle...- dijo Juliana emocionada.
- Si algo no me cabe duda es que Manuela está aquí con nosotros a su modo- dijo Germán.
- ¡Julianita, no me llores! ¿Y mis suizos?- soltó Ponce haciendo reír a esta.
- No cambiará nunca- dijo Germán
- Felicidades sobrino por tu graduación, por lo que has logrado y por el futuro maravilloso que te espera.
- Gracias- dijo él mirando mal a Juan Diego.
- ¿Por qué está seco tu hijo con su tía?
- Él y su teoría de que debió quedarse conmigo pero ni caso, ya se le pasará.
- Es tu hijo, no se le pasará tan pronto
- Si lo hará, Leandro
- Bueno me han felicitado todos menos uno que será mi compañero.
- Mira que eres... ¡Felicidades mi amor!, ¡Enhorabuena tesoro! No sabes cómo te quiero y como de orgulloso estoy mi bebé.
- Te adoro, papá
Un nuevo futuro le esperaba a Ponce de la serna como pediatra, ¿Que tal se le dará?
*Continuará*
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Esperanzas
FanfictionEn esta historia inventada sobre Germán y Manuela nada de lo que sucede podría ser como parece, ¿O sí? ¿Quieres descubrir que pasará? Adelante