- ¡Mi bien! ¿Que tienes? Por dios no... Despierta eso es.
- Me siento mareada...
- Estás blanca como la cera. Ven... Ven al despacho que te reviso.
- No hace falta. No será nada... Quizás me bajo la presión arterial o estoy incubando algo.
- Ya lo que faltaba que enfermes tú cómo nuestro niño 😥
- Que no bobo, que yo no me he contagiado quizás sea un resfriado.
- ¿Seguro que no quieres que te revise?
- No
*Al día siguiente*
- Buenos días, Rosinita 😍
- Vaya hoy que alegre nada que ver con ayer. Veo que la pasaste bien porque se os oyó bastante rato.
- Venga ya, si nosotros no somos nada escandalosos amándonos eso será usted y Liberto.
- Jo que no, si varias veces grite Manuela basta y apretabas al ruido.
- Bueno igual un poquito se me fue la mano pero, ¿Sabe quién no hace ruido en el acto?- preguntó Manuela con cara de traviesa.
- Ni idea y no quieras decir de mi.
- Doña Susana
- Jajaja qué crack
**Semanas después**
La epidemia había desaparecido totalmente de la ciudad y algunos como un total recuperado Ponce volvió a trabajar codo con codo con su padre. Padre e hijo habían formado un tándem ideal y Germán estaba mas que encantado con trabajar al lado de su niño al que muchas veces miraba con orgullo siendo visitados por Manuela que llevaba semanas con el estómago mal y náuseas a pesar de la insistencia de su marido e hijo no fue al médico ya que sostenía que es un virus que le tomo mucho cariño. Mientras Ponce seguía a la gresca con Maruxiña donde los motes estaban a la orden del día y Germán más de una vez tuvo que intervenir entre los dos. Manuela por otro lado le había cogido un especial cariño a Maruxiña quién estaba segura que sería su nuera en un futuro y eran amigas.
Así llegó el día del padre, el primero para Germán desde que recupero a su hijo.
- Feliz día del padre, papá. Cómo no sabía que regalarte te regale una camisa azul.
- Es preciosa, hijo mío
- 😁 ¿Te das cuenta que este es tu primer día del padre? Haber legalmente no porque ya tuviste día del padre pero es el primero desde que volvimos a estar juntos.
- Por supuesto y hoy es especial
- Feliz día, bebé. Yo también quise regalarte. Toma tu regalo, padrazo.
- Oh 😍 el perfume que quería y no había por ningún lado. ¿Cómo lo has conseguido, fiera inquieta?
- Una que tiene contactos 😏- dijo Manuela muy, muy pálida.
- Mami, ¿Estas bien? Debería verte alguien.
- Estoy bien solo que este maldito virus me tomo mucho cariño...- dijo ella antes de marearse.
- ¡Mamá! ¿Será que otra vez la envenenaron? 😥
- No creo... La voy a revisar.
Tras algunos minutos que a Ponce le parecieron bastante eternos, Germán salió junto a Manuela con lágrimas en los ojos.
- ¿Que tiene? Papá tienes los ojos llorosos, ¿Me vais a contar que mierda pasa?
- No digas palabrotas- y le dio una colleja.
- Auch
- Yo tampoco sé. Tu padre quería decirlo contigo presente.
- Habla
- Pues que tú virus cariñoso no era ningún virus. Mi amor, hoy es el día del padre y tu me has dado un segundo regalo inesperado.
- ¿Segundo regalo? Espera que lo procese... ¿Un bebé?
- Si, estamos embarazados
- ¡Awwww que sorpreson! ¿Cómo no me di cuenta? Un segundo hijo nuestro 😍 ¿Sabes de cuánto estoy?
- No, debo hacerte la prueba. ¿Estas feliz?
- Feliz, feliz, feliz, feliiiiizzzzzz. ¿Y tú?
- Feeeeeeeliiiiiiiiiizzzzzzzzzzz
- 😍 hijo, ¿Tu no dices nada?- dijo Manuela viendo que este no decía nada
ESTÀS LLEGINT
Esperanzas
FanfictionEn esta historia inventada sobre Germán y Manuela nada de lo que sucede podría ser como parece, ¿O sí? ¿Quieres descubrir que pasará? Adelante