Capitulo 4: De la felicidad al dolor

6 0 0
                                    

**un año más tarde**

- ¡Cuñada, cuñada, Leonor!, ¡Leonor!-chillaba Manuela tan feliz que cuando abrazo a su cuñada casi la tira.

- ¿Que mosca te ha picado a ti hoy? Mira que felicidad tienes. Estas tan feliz como cuando descubriste tu embarazo de Ponce.

- Pues lo mismo-dijo Manuela sonriente resaltando aún más sus hoyuelos.

- ¿Estas embarazada?

- ¡Yes! Vas a ser tita de nuevo. Hoy descubrí mi futura maternidad y estoy tan feliz como hace cinco años y algo.

- ¿Y Germán que ha dicho? Siendo él debería estar más feliz que tú o igual.-continuo Leonor.

- Aún no lo sabe. Cómo bien sabes cuñada, él mañana cumple años y recibirá dos regalos. Uno es el regalo que llevo guardando por casa desde hace una semana y el segundo regalo será nuestro segundo bebé. Así que no hagáis planes que toca comida familiar, ¿Eh?

- Contad con nosotros, nena. Dios qué envidia, ¿De cuánto estás?, ¿Te lo han dicho?

- Sí, de un mes y dos días. Vamos a recoger a Ponce.

Al día siguiente, llegó el día que Germán cumpliría años y aunque esté intento tener su regalo de cumpleaños antes de tiempo persiguiendo a Manuela por toda la casa con caras de pena y durante toda la mañana nada logro de su esposa que se mantuvo firme. En el momento que  la joven pareja fueron juntos a por el niño, Cayetana sin ser vista se coló en esa casa y vertió un potente veneno en un líquido para el resfriado tomado por Manuela todo esto sin saber que Úrsula dicenta la había seguido, espiando la y usando ese crimen como un as contra su ex señora, ¿Que pretendra?

Tras la comida, llegó la hora del café:

- ¡Ay!-chillo Pablo que había recibido un pelotazo del niño.

- ¡Ponce! ¿Que te he dicho yo de dar pelotazos en casa con la pelota? Guardala hijo que te puedes caer, esta tarde vamos con papá al parque.-dijo Manuela tomando el líquido.

- Perdón tito Pablo, fue sin querer...-dijo el niño dando un beso a su tío.

- Ains que gracia tiene-dijo Pablo

- Dímelo a mí, cuñado. No sé cuántas veces al día lloro de risa con alguna ocurrencia suya.-dijo Germán

- Feliz cumpleaños, mitad. Te tengo dos regalitos.

- Ains, mi perfume favorito... Te amo Manuela. Pero, ¿Y el segundo?

- Él segundo esta en este sobre. Ábrelo y léelo alto y claro.

- Feliz cumpleaños, futuro papá-dijo Germán - ¿Estamos esperando?

- Yes-dijo ella sonriendo resaltando sus hoyuelos.

- ¡Voy a ser padre, voy a ser padre, voy a ser padre, voy a ser padre!-chillaba Germán feliz dando saltos y abrazando a su esposa.

- Te amo

- 😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭

- Ponce ratón, ¿Por qué lloras?

- Con el nuevo bebé, ya no me vais a querer a mi...

- No digas eso. Mi amor...-dijo ella cargando a su hijo- quiero que sepas y no lo olvides nunca que aunque venga un nuevo hermano mamá y papá siempre, siempre te amarán y eso jamás cambiará. ¿Mejor?

- Sí

- ¿Cómo has conseguido calmarlo tan rápido? No veas qué pena se le lío...

- Fácil Pablo, siendo su madre.-dijo Manuela un poco pálida.

- ¿Estas bien, mi bien?

- Si, si solo un poco mareada por el embarazo... Voy al baño a resfrescarme. No tardo.-dijo Manuela besándole.

------

- ¡Paf!

- ¿Que fue ese golpe? Sonó fuerte en el baño.

- Ni idea, Pablo. Ponce hijo, ¿Donde te has dado? Mira que te hemos dicho veces que tengas cuidado con la pelota... Haber si viene mamá.

- No me di

- ¿Entonces a qué vienes tú tan asustado?

- Me asusté de mami... Esta en el baño, en el suelo con los ojos abiertos y no me oye...😭

- ¡¿Qué?! Voy a ver. ¡Manuela! Manuela mi torbellino, ¿Que tienes? Soy yo, tu Germán... Reacciona mi amor. Ay no...-dijo rompiendo a llorar.

- ¿Qué ocurre, cuñado?, ¿Que tiene mi hermana?-dijo Pablo muy angustiado.

- Está muerta... Manuela ha muerto... No, no, no, no... ¡No!, ¡Manuela no!, ¡¡Maanuelaaaaaaaaa!!-chillaba desgarrado abrazado a su esposa.

La noticia de la muerte de Manuela en pleno cumpleaños de Germán fue un total terremoto en el barrio pues nadie lo esperaba, Cayetana que seguía con su papel fingió muy bien dolor. Ponce quedo a cargo de una prima de doña Celia cuyo hijo tenía la edad de este e iban a la misma clase y llego el momento del entierro el cual Germán pidió unos minutos totalmente a solas con su esposa:

- Manuela, mi niña... Mi amor, mi todo, mi bien... ¿Cómo ha podido pasar esto?, ¿Cómo ha podido darte a ti un infarto fulminante si estabas sana como un roble? Supongo que la única respuesta es que el destino te tenía preparado ese final. Pero, ¿Cómo narices ha podido Dios dejar sin madre a un niño de solo cinco años?, ¿Por qué no me llevo a mi? Una madre siempre hace más falta en la vida de un hijo más que un padre y todavía para esto es demasiado pequeño nuestro Ponce. Ay Dios Ponce... ¿Cómo voy a criarlo yo solo sin ti?, ¿Cómo voy a saber si ser el padre y madre que él necesita? Si... Sé que todos ayudarán pero... Mi Manuela dame fuerzas, dame fuerzas para superar pronto esto, para poder estar al 100% por y para nuestro hijo. Te amo mi niña... Te amo, te amo, te amo, te amo. ¡Te amooooooo!-chillo llorando sobre su pecho al mismo tiempo que daba mini puñetazos sobre una de las manos de Manuela.

¿Cómo afrontará Germán el nuevo futuro que le espera sin Manuela con su niño?, ¿Contara Úrsula que vio a Cayetana envenenar a Manuela?

*Continuará*

EsperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora