Capitulo 54: Toledo

7 0 6
                                    

- ¡Juliana, mis suizos!-entro Ponce chillando

- Ponce fuera que ni tú madre ni nadie de tu familia sois ya recibidos aquí.

- Que te lo crees

- ¿Me estás retando a mí?

- Sí-dijo Ponce

- Mira no me hagas perder la paciencia...

- A mí tu paciencia no me importa, julianita. Mi hermana quiere suizos y yo también y tú me vas a servir si o si.

- Hay más chocolaterías que los venden. ¿Que harás si me niego?

- Robarlos-dijo Ponce

- Ponce... ¿No tendrás huevos?- preguntó Víctor

- ¿Que no? Sujetame el cubata -dijo Ponce metiéndose tras el mostrador cogiendoles como si nada.

- ¡Ponce, Ponce! ¡Ponce ya para! Está bien... Os serviré a todos pero paga al menos esos.

- Estos no como castigo-dijo Ponce saliendo corriendo con ellos.

- ¡Ponce! Quién lo fecundo... ¡Víctor! ¿Cómo no lo detienes?-dijo juliana a su hijo dándole una colleja a su hijo.

- ¡Auch! Madre, es Ponce-dijo Víctor

Los días pasaron y aunque juliana arrepentida por lo que dijo quería subir y hablar con manuela para pedir perdón pero le podía la vergüenza y no subía.

Por otro lado, la viuda de la Serna había decidido evitar totalmente a Juliana pues le dolía muchísimo lo que juliana dijo de que Germán murió por ella y aunque la quería muchísimo no podía perdonar aún.

Lo cierto es que Manuela lo estaba pasando realmente mal... Entre su dolor por lo de Germán y la pelea con su mejor amiga, la mujer casi ni comía ni dormía pues siempre tenía ganas de llorar y solo encontraba un poco de alegría en sus tres hijos y su nietecito.

Harta ya de la situación, Maruxiña decidió llevarse a su suegra a Toledo unos días para levantarle el ánimo aunque sabía que esa ciudad igual no era de sus favoritas pues Germán falleció llegando allí, logró convencerla:

- ¿Por qué quieres que nos vayamos las dos una semana? Y a Toledo precisamente

- Es por ti, estás pasándolo fatal últimamente ahora más que nunca con tu pelea con Juliana y te vendrá bien... Además, ¿Qué pasa con Toledo?

- ¿Cómo que pasa con Toledo, burra? Germán murió cerca de allí y no se si estaré agusto 7 días por allí y más con una cabra como tú.

- Ya, ya sé que mi suegro falleció cerca pero, ¿No crees que Germán desearía verte feliz? Era tan bueno y te amaba tanto que no soportaba verte mal y seguro que él donde esté ahora está triste porque tú lo estás.

- Tienes razón. A él le gustaría verme feliz... Reserva que iremos.

- Además lo mismo Toledo no está mal y allí encuentras el amor y tienes alguna noche intensa del delicioso que extrañas tú...-dijo Maruxiña alzando varias veces la ceja izquierda.

- Jajaja no puedo contigo pero no...  No me voy a enamorar de nuevo, ni tendré una noche loca así que volveré igual con el toto oxidado y Susana feliz. Por cierto, burra. La próxima vez que lo hagáis mi hijo y tú, cerrad la puerta que yo no tengo porqué ver a mi hijo desnudo que ya bastante le vi de bebé y de niño.

- Si señora -dijo Maruxiña - pues yo no sé porque intuyo que en Toledo vas a tener una noche loca de delicioso...

El viaje a Toledo fue entretenido y a ambas se les pasó muy corto. Ya en la ciudad y tras dejar las cosas en el hotel se dispusieron a ver la ciudad un poco y en un momento dado pararon ante una pescadería donde el pescadero agachado pues colocaba las ofertas del día en la puerta que estaba tras Manuela y no fue visto por ninguna no era otro que...

EsperanzasWhere stories live. Discover now