Capitulo 98: Un muerto que regresa del más allá

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Al día siguiente:

- Buenos días- dijo Germán

- ¡Las manos hacia arriba, las manos hacia abajo como los gorilas todos caminamos!, ¡Uh, uh, uh!- cantaba Ponce en su habitación

- Veo que nos hemos levantado a tope- dijo Germán riéndose

- ¡Hola papá! Qué va si me he levantado triste hoy

- Anda ya- dijo Germán

- Que si... Qué me levanté triste pero ha salido uno en la tele con cara de estreñido que parece un mono con esos pelos y esa barba y se me ha pasao.- dijo Ponce

- Jaja imposible que cambies, truhán.- dijo Germán- ¿Cómo has pasado la noche?, ¿Dormiste bien? Espero que sí, que estos colchones son nuevos.

- ¿Dormir? Niño, yo no he dormido que he estado con Maruxiña toda la noche...

- No he oído nada- dijo Germán

- Pues bien que has puesto la antena. Ale vete que tengo que desayunar cosas...

- No. Además está tu padre. ¿Qué te has fumado?- dijo Maruxiña

- Una cerveza que birle en cafetería y estoy pipaillo. ¡A la porra con mi madre!

- Me estresas mono Amedio, ¡Me estresas!- gritó Maruxiña.

- 😔 yo me voy

- Por fin solos, nena- dijo Ponce

- ¡Tú intenta otro delicioso conmigo y te meto esto por el culo!- le amenazó Maruxiña con el bote del suero.

En Acacias:

- Mirad quien viene- dijo Manuela abriendo un bote de pegamento

- ¡Papito!- chilló germancito

- ¡Abueloooooooo!

- Bah, yo Paso- dijo Mari Carmen

- Ajaiiii, mis niños 😘😘😘 ¿Y tú porque pasas de mí?

- Animal- dijo Mari Carmen

- Déjala amor que desde que volvio Ponce solo quiere con él.- dijo Manuela

- ¿Tú qué haces con ese pegamento?- preguntó Germán

- Una broma a Susana

Sin embargo, la sastra se sentó en otra silla y quién se sentó en esa silla fue Juliana la cual al levantarse acabó con medio vestido roto dándose cuenta enseguida quién fue:

- 😡 ¡Manuela Blasco! 😡

- No me hables. ¿Tú para que te sientas? Si esa silla era reserva exclusiva para el animal de tu suegra.- dijo Manuela

- Eres... Pide perdón- dijo Juliana

- 🖕

Pocos días después, Ponce ya recuperado totalmente gracias a su fuerza de voluntad y a la ayuda de su padre consiguió volver a caminar con total normalidad y ahora el joven estaba más travieso que nunca.

Por otro lado, todos y cada uno de los vecinos que en su día no creyeron a Manuela y german con su sensación de que Ponce vivía empezaron a pasarles cosas raras, cosas que estaban siendo orquestadas por madre e hijo con total maestría que nadie les pilló.

Susana que había recibido una pintada en su salón con la frase “he vuelto, Cacatúa" no reconoció en ningún momento que quien le decía así era Ponce de pequeño y dio por más que sentado que fue cosa de Manuela.

- ¡Esa mujer está desquiciada por entera! No contenta con dejar a mi nuera medio desnuda en la calle, se ha colado en la portería para robar con total descaro la copia de mis llaves y en mí salón hizo una salvajada amenazándome. ¡Esa pintura me la paga, vamos que si como que yo me llamo Susana Pérez viuda de seler!- exclamó Susana con las vecinas en la calle.

- Señora, ¿Qué tiene usted que decir de mi madre?- dijo Ponce tras ella

- ¡Ah!- gritó Rosina al verlo

- Los muertos no reviven. Saaaape- dijo Susana

- Señora, ¿Qué tiene usted que decir mi madre?- dijo Ponce repitiendo la pregunta y tocándola

- ¡¡Aaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!!- grito Susana desmayandose

EsperanzasWhere stories live. Discover now