Esperanzas

Capitulo 61: La decisión de Ponce

- No digas eso, no digas que no puedes más que tú eres el hijo mayor de Germán y Manuela y si ellos son fuertes, tu también.

- Tengo miedo, Maruxiña... Tanto miedo que no dormir puedo. No quiero mostrar mi miedo a nadie pero...

- Rediez, eres humano y son tus padres. Ten miedo si lo sientes-dijo Maruxiña- ¿Sabes qué? Ve a casa y descansa. Yo me quedaré con ellos.

- Vale. Eres mi roca-dijo besándola con pasión a lo que ella respondió y casi pasan a más

- Ejeemm-dijo Susana tras ellos que vino a ver a Rosina- no tengo yo bastante con los padres que ahora también.

- Usted siempre tan cariñosa...-dijo Maruxiña

Minutos después, Ponce llegó a su casa agotadisimo. Allí en la casa estaba su abuela Francisca cuidando a los niños y junto a ella estaban los padres de Maruxiña quienes tras saber lo ocurrido vinieron para ayudar.

- Abuelo 😭😭😭-dijo Ángel Germán

- Ven tesoriño mío-dijo Ángel cogiendo a su nieto.

- ¡Tú no!. ¡¡Abuelito Germán!! 😭😭😭😭😭- chilló el niño

- Calma tesoriño que tú abuelo Germán está enfermiño

- ¡Abuelo Germán! 😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭-chillo el niño apretando el llanto.

- Hay que ver que niño- dijo Elena, madre de Maruxiña que había dormido a germancito.

- Está todo el día así, llamando a mi hijo y eso que el primer día lo extraño y lloró tela.-dijo Francisca tapando a Mari Carmen que ya dormía- calma cariño o los despertarás...-dijo ella pero el niño apretó el llanto.

- 😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭

- ¿Que pasa?- preguntó Ponce entrando- se oye mi hijo desde abajo. Mi amorcito bello... ¿Por qué lloras tú?

- Papá... No viene abuelito Germán...-dijo el niño en brazos de su padre llorando y arrascandose los ojos.

- Está malito, bebé. Abuela... Ve y trae algo de ropa de mi padre. Una vez Maruxiña le puso encima su chaqueta y se durmió. Está muerto de sueño, mi bebé.

- ¿Y por eso llora así?

- Si, suegro. Cuando está muerto de sueño llora llamando a mi padre pues le gusta dormirse con él.

- Aquí tienes-dijo Francisca dándole la chaqueta

- A dormir, bebé-dijo acurrucandolo con él.

- ¡No, no! ¡¡Yo abuelito Germán!! 😭😭

- Ya, ya...-dijo Ponce tapándole con la chaqueta y en minutos el niño se quedó dormido.

- ¿Vas a comer algo, cieliño?

- No, Elena. Antes de venirme compré en cafetería un bocadillo de tortilla francesa y me lo comí por la calle. En lo que meta a mi hijo en la cuna me acostaré yo. Estoy muerto.

- ¿Cómo está Rosina?

- Mucho mejor, abuela. Mañana le darán de alta... Vino Susana que no hizo ni caso a mis padres.

- Cuando la vea se traga la fuente de nuevo-dijo Francisca

A la mañana siguiente y tras un sueño que tuvo, Ponce tomó una decisión.

- Papá despierta... Despertad ya, joder. Majo, ¿A ti te gusta separarte de mi o que? Hace nada te recuperé tras creerte 3 años muerto. Y tu mamá, ¡Espabila! No se porque Andrés te ha repetido los análisis.

- Tu y tu geniazo-dijo Maruxiña tras él

- ¿Genio yo? Eso tú, piny pon. ¿Cómo pasaron la noche?

- Igual, con fiebre y sin reaccionar. ¿Cómo está nuestro hijo? Ni tiempo tengo de ir a casa.

- Bien. Anoche estaba muerto de sueño y ya sabes... Llorando llamando a mi padre. Lo dormí con una chaqueta de él.

- Que rico es mi mini mono amedio

- No le digas así, doña perfecta.

- Mono amedio, rata de biblioteca, infantil-dijo Maruxiña

- Doña perfecta, cacatúa, piny pon-dijo Ponce

- ¡Iros a un hotel!-chillo Rosina que se veía venir beso pasional.

- Jajaja- se reía los dos

- Y se ríen de mí...

- Igual tuve anoche un mal sueño que me hizo tomar una decisión que aunque triste creo justa para mí.

- ¿El qué?- preguntó Maruxiña

- Dejar pediatría-dijo Ponce de espaldas a su padre.

- ¡¿Qué?!- soltaron Maruxiña y Rosina que puso la oreja.

- ¿Cómo que vas a dejar medicina?-pregunto Germán que había despertado tras su hijo.