Capítulo 46

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     Despierto de nuevo en un hospital, ¿cómo llegué aquí?

     —Hola, veo que has despertado —entra el Doctor Francis, me observa y sonríe —. ¿otra vez por aquí, Joven Bonet?
 

    Asiento mientras trato de recordar algo.

      —Debería estar contento por tener aquí a una loca mas para un expediente, quizá hasta le haga mas fortuna si mejoro.
      —Veo que estás bien —murmura sonriendo.

      —¿Cómo llegué aquí?
      —Un chico te encontró desmayada en la acera y te trajo.
      —¿Cómo era él? —pregunté desesperada y el me miro confuso.
      —¿Te has enamorado del desconocido?
      —¿No los doctores están para responder tus dudas?

      —Alto, castaño, tez clara y cuerpo medio. —no cabe duda, es Tyler, tiene que ser el por eso se regresó.
     ¿Por qué se oculta de mi? ¿Por qué? ¿A caso ya me olvido? ¡Dioses del Olimpo! ¿Qué debo hacer? ¿Zeus te lo llevaste al Olimpo? ¡Él no quería ir! Debió ser obra de Ades...
Mierda.
 

    Me quedo acostada tratando de digerir esto, no puedo creerlo, Tyler quizá usó su muerte para olvidarse de mi. Se había aburrido ya y se le hizo fácil hacerse pasar por muerto. Si eso es lo termino de matar yo.

      El doctor sale diciendo que me da mi espacio y le marco a Carlos.
     —Acabo de ver a Tyler —digo apenas contesta.
     —¡¿Qué?!
     —Sí, en la avenida tres que está rumbo al colegio.
     —¿Qué te dijo?
     —Él no me habló... Se fue.
     —No puede ser él. ¿Estás segura?
     —Que sí.
     La llamada se cortó y esperé a que me marcara pero no lo hizo.

Narración por Tyler

     Sueño con Charlotte, en aquella primera vez que sentí algo por alguien, la primera vez que supe que era que te amaran de manera sincera, sin interés alguno, simplemente así, llegaba el momento en el que el amor se aferraba a ti y no se querrá ir por ninguna circunstancia. Bendita mujer que se atravesó en mi camino. ¿Cómo es que estoy soñando? ¿Cómo es que me pude haber dormido? Si solo sentía ese horrible dolor. Empiezo a oír un bip, y lentamente mis párpados se hacen menos pesados y empiezan a abrirse, observo el lugar, estoy en un hospital. ¿Dexter me trajo? ¿Por qué no pudo solo matarme?
     Para poder estar con ella, aunque no lo creo posible ya que sí muriera me iría directamente al infierno. Mi nombre ya estaba grabado en aquel lugar. No sé que quiere Dexter, por algo me trajo aquí quisiera tanto poder leerle la mente para saber que trama.
 

   Me intento levantar pero no puedo el dolor regresa y siento algo en mi estómago. Una venda, ¿qué me hicieron?
      La puerta se abre y entra uno de los gorilas de Dexter, él robusto tenía que ser.

     —Hasta que despiertas.

     —¿Qué hago aquí?
     —Se nos paso un poco la mano —dice socarrón, lo miro mal e intento tirar el aparato que tenía en mi nariz y boca —. Si fuera tú, no me lo quitaría.
 

   Iba a contestar pero entra el doctor.

     —Alex ¿no? —pregunta mirándome. Él gorila me enseña su pistola a espaldas de él apuntándole la nuca y yo asiento, ya tengo suficientes muertes encima. Voltea a ver al regordete —. Bien, señor Filip —río por lo bajo, que maldito apellido.
      Estando a estas alturas de las cosas no entiendo como mi cuerpo necesitaba un dolor mas con mi risa. Pero claro que valía la pena ese dolor, el mas grandioso que existía. El de poder reír hasta doblarse de dolor.
 

¡Como dos amigos! [+18]Where stories live. Discover now