Capítulo 4

15.9K 743 64
                                    

Narración por Tyler

     Había pasado un buen rato con Kimberly y ella lo había pasado conmigo o eso me demostraron sus gemidos, salí en busca de una bebida despues de terminar con una pesada charla sobre relaciones sinceras, antes de poder dar un paso a la barra me dieron ganas de bailar, el ambiente estaba bueno, a pesar de ser entre semana, retumbaba cada centímetro del lugar y por lo tanto mi cuerpo se contagiaba.
     Conocí este lugar, desde el primer momento que pisé Chicago, aquí conocí a Carlos y nos volvimos inseparables desde entonces, el no está enterado de mi pasado, no porque no confíe en el, era porque no quería que nadie me dieran su lastima y dijeran ese típico lo siento, no pueden decir lo siento cuando no lo sienten. Me gusta ser algo reservado, no puedo ir contando a cuanta gente lo que me pasó es decir, en un futuro solo puede usarlo en mi contra.
      Me adentré mas al lugar, buscando a alguien para bailar, pero en cierto punto me detuve a observar que tres chicos bailaban alrededor de una chica la cual se movía muy bien, todo su escultural cuerpo, ¡sí, con ella quiero bailar!, me pone nada más de verla la misma sensación que sentí cuando vi a Charlotte.
     No puedo creer que hasta aquí la piense. Me estoy un par de minutos mirando como mueve ese lindo culo suyo, con ese vestido pegado que le deja ver tanto sus piernas, largas y blancas. Que malo que ya esté acompañada.
    —Que onda Tyler —me giro a ver quien me llama y veo acercarse a Adrien, él es uno de mis amigos, si así se le puede llamar, levanto la barbilla en modo de saludo y regreso mi atención a la tía de culo bueno —. ¿Cuándo iras a las carreras? Landon ya empieza a hablar.
    —Por mi Landon que se meta sus palabras por donde el aire no le entra —lo observo, ahora si logró tener toda mi atención. Sólo de hablar de ese hijo de puta.
    —Yo sólo decía —dice levantando sus manos en seña de rendición y prosigue —, rumora que no le has querido dar revancha porque según él, le tienes miedo.
Aprieto la quijada furioso, odio que me digan cobarde, me hierve la sangre, tal vez fui un cobarde en mi infancia pero ya no mas, no le tengo miedo a nadie y menos a ese idiota que solo le gusta hablar.
    —Jake si que se esta dando su divertida —continua cambiando de tema y me alegra, no quiero que mi noche se amargue.
     Volteo y efectivamente es Jake el que le está bailando, el es uno de los tíos estúpidos que siempre ha querido ganarme en una carrera pero desde que estoy aquí no hay nadie que me haya vencido, no es por darmelas lo que pasa es que nadie se concentra lo suficiente en que correr es vida, todos se van contra el dinero, como Jake aunque no le haga falta, nos sabemos llevar no amigos al cien por siento pero sí, y está Landon él si que me odia es un perfecto idiota que siempre está retandome.
    —Yo quiero a esa chica —comenté  a Adrien mirándola fijamente.
    —Me temo que no podrás, se ve que Jake la quiere para esta noche.
    —Sabes que para mi no hay imposibles. Me gusta y la voy a tener.
    —Asi se habla amigo.
    —¿Sabes?, nunca he deseado nunca a una tía como esa.
    —Esta muy buena, de verla hasta dan ganas de todo, pero no le quita lo puta y a mí eso no me va.
    —No estaré tranquilo hasta tenerla para mi y follarmela de mil maneras. Esta noche será mía —murmuro mas para mí pero si alcanza a escuchar ya que me responde.
    —No te obsesiones —dice tomando un trago y volteo mi atención a la chica, mis pensamientos no dejan de volar por ella, hubiera querido que ella fuese en lugar de Kimberly.
     Jake la toma de la cintura y los otros le dejan el camino libre, ¡mierda! ¿De dónde la habrá sacado? aun no se quien es la misteriosa chica ya que su cabello alborotado le tapa la cara.
     Reí.
     Jake no cambia, le agarro las tetas ¡Que tío! Lo digo como si yo fuese muy santo, me rio porque la chica le dice sus palabrotas. Adrien me acompaña con las risas. De un momento a otro mi humor cambia totalmente. ¿Qué coño?
     Esa es mi chica. Digo Charlotte. Mi amiga.
     Instintivamente mis piernas empiezan a moverse en su dirección, veo como se forcejea y tan solo no puedo permitir que la toquen, ella... no lo sé, pero no puedo dejar pasar esto. Me muevo rápido entre las personas que están de por medio y llego hasta ellos. Lo golpeo tirándolo al suelo de un impacto. Ni yo sabía de tan brutal fuerza que siento escapar sin tener un poco de retención.
   —Te dijo que la soltaras —grito totalmente cabreado.

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora