Capítulo 31

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Narración por Tyler

     Estoy tan feliz, es algo que no cabe en mi. Es algo tan nuevo, bueno viejo que tenía tiempo no lo sentía. Había dejado que se quedara estancado en mi pasado sin poder volver a sentir. Quizá no era yo, era que no había llegado mi tiempo para encontrar a alguien como Charlotte.
 

   Pensé que no me perdonaría, pero tenía un corazón tan grande, listo siempre para sanar y volver a intentarlo. Creí que no lo haría, estos días me han hecho darme cuenta que la quiero, y no pienso dejarla ir tan fácil. Estaba en el antro, había ido a beber un trago, no quería fastidiar de hecho a Charlotte pero no quería perder la oportunidad de estar cerca de ella con el permiso de sus padres. Y aunque no lo aceptaran yo estaría tras sus huesos sin importar nada.

    —¡Mierda! —dije al ver a Landon, Adrien me dijo que estaba de vacaciones por el hospital. Y había evitado encontrármelo porque no quería saber nada de sus estupideces. No quería regresar al pasado.
     —Oh, pero si aquí anda el bastardo que ya se volvió creído por estar con una cría de papi.
     —Con ella no te metas hijo de puta.
     —Ya, seguro ya te abrió las piernas ¿qué tal?
 

   No le contesté nada y me le fui encima y lo golpeé con toda la furia que pude. Si algo odiaba era que hablaran de ella, de mi chica. No era simplemente follar, con ella era todo lo que fuera posible.

     —Te reto a una carrera ¿tienes miedo?
     —Perderás.
     —¿Tienes miedo?
     —No. ¿Acaso no tuviste ya suficiente del hospital?
 

   Me levanté dejándolo tirado en el suelo, sangrando de la nariz. Ya me había retrasado por su maldita culpa. No podía perder la oportunidad que su padre me daba al abrir plática conmigo.
     Le llame, a mi contacto "Amorcito". Ella lo puso así, primero puso; "chiquita guapa, lindo culo" pero definitivamente no traería a mi chica así en mi lista de contactos.
     Llamando a Amorcito...

    —¿Ya llegaron tus padres?
    —Aún no ¿dónde estas? ¿por qué tienes la respiración agitada?
     —Voy —dije y colgué. Quería que me ayudara a quitar un poco la sangre de mis nudillos. Los tenía recién curados de las peleas y ahora viene éste a poner el rostro de saco.
 

   Fui a su casa y ella abrió al momento que yo estacioné la motocicleta. La abracé y ella correspondió mi abrazo. Le estaba fallando, había dicho que no lo haría mas fuera del ring pero me era imposible, teniendo tan poca paciencia.

     —¿Dónde estabas Tyler?
     —Me ha ganado el impulso —susurré, ella se alejó y miro mis nudillos. Ya lo sabía.
      —Déjame curarte.
 

   Asentí y entramos a la sala de su casa, ella fue al baño y regresó con un botiquín de primeros auxilios.

     —Me dijiste que no lo harías —murmuró mientras me limpió con un algodón, ardía mucho.
     —Lo sé, pero no voy a permitir que hablen de ti.
     —Como sea, Tyler no quiero perderte —miraba mis ojos —. No ahora.
     —No lo harás. Yo soy como los gatos.
     —¿Varias vidas?
     —Nueve vidas —respondí.
     —¿No son siete?
     —Lo siento, pero no soy como todos los gatos.
 

   Rió sin poder evitarlo. Terminó de limpiar mis nudillos, nos sentamos en silencio y solo nos dedicamos a mirarnos hasta que oímos voces cerca.

     —Charlotte ¿Cómo estoy? ¿Me aceptaran? Ya he olvidado lo que iba a decirles y ¿si me corren? Quiero fumar —dije al borde de los nervios. Su madre si que me daba miedo y no por su apariencia, si no por sus miradas. Lott prendió la televisión.

¡Como dos amigos! [+18]Where stories live. Discover now