Capítulo 3

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Narración por Charlotte

     Me dirijo hacia mi casa, realmente quería besarle aúnque sea su mejilla pero el simple hecho de sentir que me gustaba hizo que renunciara a la idea, yo sé que no soy de esas rogonas pero tengo claro que tengo ilusión por alguien rápido y más cuando es con quién menos debería. Estaciono el auto y entro en búsqueda de comida pero no hay nadie.

     Escucho música mientras leo mi libro favorito Hush, Hush quiero un Patch para mi. Un pelinegro ondulado y alto. Un completo adonis a como me lo imagino, no me cansaría de besarlo, de que me dijera a mí quien es su angel.Pensar en alguien así hace que mis expectativas crezcan.
 

Se pasan tan rápido los minutos que parecen horas sumergida entre las letras cuando llaman a la puerta. Bajo corriendo tropezando torpemente con el penúltimo escalón y el timbre sigue sonando.

    —Voy... —me quedo unos segundos en el suelo consolando mi dedo chico del píe, de manera que lloro un poco, solo eso ningún llanto exagerado.
     Abro la puerta sin preguntar quien es y me golpeo tres veces mas el dedo en la escalera, literal, al ver a James parado mirándome de manera extraña.
    —¿Te ha pasado algo? —pregunta y por primera vez no lo siento nervioso. Al contrario se ve seguro de sí mismo, ¡me gusta! Pero mas que seguro, burlón, puedo notar la chispa divertida de su voz, seguro mi cabello es una maraña o debo traer marcado el piso en la mejilla.
    —He... nada, pasa.
    —¿Iras en uniforme? Porque si me hubieras dicho no me...
    —No, yo —bien, ¿ahora que le invento?, lo había olvidado por completo —...estaba comiendo.
    —Puedo esperar, aquí...
    —De ninguna manera —lo arrastré dentro de la casa y pude observarlo mejor. Su cabello rubio se veía mojado y con gel  peinado y a la vez despeinado, llevaba un polo azúl y unos jeans de mezclilla claro. Muy casual y puedo asegurar que guapo. Nada que ver como se ve con el uniforme, con su corbata y camisas de vestir, peinado de forma impecable. Además el tatuaje que muestra fuera del colegio me decía que no era tan santo como se veía cuando lo conocí.
     Varias veces que lo había visto así vestido y cada vez que lo veía una vez mas me sorprendía.

     Varias veces que lo había visto así vestido y cada vez que lo veía una vez mas me sorprendía

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    —¿Pasa algo?
    —Nada... —negué varias veces para dejar de pensar en mi amigo.
    —Me miras algo... ¿extraño?
    —Te vez muy bien ¿sabes? —le sonreí de manera sincera y él se sonrojó un poco. Otro signo de seguridad, según dicen las personas que son seguras de si mismas se sonrojan, ya que saben lo que son pero, les gusta que se lo afirmen.
    —No lo sabía... pero por si tu no lo sabes también te vez muy bien, eres la única chica que le hace honor a ese uniforme.
    —Exagerado... ya vengo. —Me gustaba sonrojar a los chicos pero no que ellos lo hicieran conmigo. Me sentía tan estúpida cuando pasaba porque lo creía.
     —Demorate lo que quieras.
 

   Ya que me ha dicho demora lo que quieras le voy a tomar la palabra. Además es como las otras veces, un café con el amigo y compañero, aunque esta vez no me trajo chocolates. James es algo raro, siempre tengo la sensación de que oculta mucho. Cada que salimos solo le gusta verme hablar a mí y el apenas y contesta con monosílabos.
     Suena mi teléfono con la canción de give me love, por un momento creo que la canción que oía no estaba completa y miré la pantalla que decía llamada entrante de Ed, mi exnovio si se le puede llamar a si a unos cuantos besos. Desisto a contestar y me meto para tomar un baño rápido. Caigo en cuánta de que ¿por qué rayos tengo esa canción en llamadas? Es linda pero no estoy tan necesitada. Lo cambio por un tono cualquiera de llamada.

¡Como dos amigos! [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora