MI MENTOR

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Dedicado a: Marai-sabel

Salí del hotel un poco más controlado, pero por dentro, aún me sentía destrozado.

Después de pagarle al taxista caminé hasta el interior del lugar, es impresionante todo lo que hay.

Iba tan distraído en mis pensamientos y sentimientos que no me fijé que venía una chica a la que accidentalmente le tiré unos documentos al piso.

—lo siento, venía distraído —me disculpé.

—no hay problema.

La chica se fué hacia un lugar que desconozco, es inevitable ver qué es muy linda, tiene como veinte años, supongo.

Seguí andando, no encontré la oficina, así que me atreví a preguntarle a un chico que se encontraba en el pasillo en el que yo estaba.

El chico me dirigió hacia la puerta de la oficina y luego se despidió, me dijo que se llamaba Willy, algo en él me da mucha curiosidad, pero en este momento no quiero averiguarlo, sólo quiero que alguien me ayude a ver otra perspectiva de lo que estoy pasando.

Procedo a tocar la puerta con mis nudillos, a los segundos se escuchó un:

—¡Adelante! —con su típica voz fuerte.

Siempre he querido que mi voz suene  así de fuerte, quizás cuando sea mayor mi sueño se haga realidad.

Entré y me quedé boquiabierto ante el prolijo lugar, todo está ordenado con  demasiada dedicación.

—hola —dije pasando hacia el interior.

—¡Leonardo! ¿Estás bien? —se puso de pie y me dió un abrazo, ese que tanto necesitaba, seguramente notó mis ojos rojos y llorosos.

—la verdad, no, por eso estoy aquí, para desahogarme. De paso disculparme porque no había pasado a visitarte.

—está bien, sé que al estar aquí te distraen los lugares, la comida y otras cosas —sonrío —te entiendo y, ¿de qué quieres hablar?.

—me dá vergüenza decirlo... pero no tengo a nadie más en quien pueda confiar.

—sábes que puedes contar conmigo, soy todo oídos.

—lo sé —respondí a la vez que asentí a sus palabras y seguí hablando porque ya no aguantaba más este trago amargo —Resulta que un día estaba caminando por la ciudad y, ví a la chica más hermosa, me atreví a acercarme a ella, después nos encontramos otra vez y fué genial conocerla más. Ella me invitó a salir con sus amigos para conocer más la ciudad y todo resultó bien, hasta que...

—¿Qué pasó? —interrogó, preocupado.

—estaba dirigiéndome hacia un lugar que me recomendó un chico y ví como un chico alto la besaba —sentí mi voz quebrarse a medida que relataba lo ocurrido —salí corriendo y no ví más, me fuí al hotel y luego decidí venir a quí, sé que es tarde, pero necesitaba hablar con alguien.

—no te preocupes, podemos ir a mi casa y hablar más tranquilos, ya es hora de salida, si no es problema para tí.

—por mi no hay problema, llamaré a mi hermana para avisarle que estoy bien, debe estar preocupada.

Hice la llamada telefónica y luego salimos de la oficina de Noah, él es como una especie de mentor para mí, él fué quien me ayudó en todo esto de ser cristiano y siempre está para mí, es como mi hermano mayor.

Cuando llegamos a los pasillos, dos chicas salieron corriendo de lo que supongo son sus oficinas, una era la que ví cuando entré y la otra parecía ser su amiga, ésta última me resultó parecida a Lily, sentí mi corazón estrujarse otra vez, aún así traté de controlarme.

¡¿Esposa de mi jefe?! © #1  [Amores Inesperados]                *REESCRIBIENDO* Onde histórias criam vida. Descubra agora