¡AÚN ME RECUERDA!

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LEONARDO RUSSO

Hoy decidí salir al parque, he pensado mucho en ir a esa biblioteca, pero pensándolo bien no voy porque se supone que las personas van a leer y yo no estoy tan interesado en la lectura.

Quizás se pregunten, ¿Cómo fué que viste a esa chica la primera vez en la biblioteca si no te gusta leer?

Es una muy buena pregunta, ese día pasaba enfrente del establecimiento y la ví entrar, después en nuestro primer encuentro fué que decidí entrar, ese fué otro día, el día que me dijo su nombre.

Entonces es por esa razón que no quiero ir, no me gusta leer, salvo que me lo pidan en la universidad, si es la voluntad de Dios que la vuelva a encontrar, El la pondrá en mi camino otra vez.

Cómo siempre estoy observando la naturaleza que me rodea desde donde estoy, realmente estoy sorprendido al ver todo a mi alrededor, en definitiva, Dios es el mejor artista del universo.

El cielo está bello, como si un pincel hubiese sido pasado entre las nubes, lo cual le da un aspecto muy lindo.

Estoy sentado en una silla al lado de una mesa que es de concreto, es redonda, color blanco con azul y las sillas del mismo material y color.

Reviso mis redes sociales, le envío un mensaje a mis padres y abro la app de la Biblia para leer unos capítulos, no traje con migo la Biblia así que tengo que leerla en mi celular.

Siento que alguien se sienta en uno de los asientos, del otro lado de la mesa, pero no pongo atención a la persona y sigo con mi lectura.

—disculpa, ¿Eres cristiano?, Ví sin querer que estabas leyendo la Biblia en tu celular, venía por atrás y pues, te ví.

Levanté mi vista y ahí estaba ella, la chica de mis sueños, Lilybeth, con esos ojos café tan lindos, amo su cabello, su sonrisa, se ve tan tierna.

Carraspeé mi garganta y dije:
—si, lo soy— afirmé

—¡Qué bien!, Eres Leonardo ¿No?

Esperen un momento, ¡ella recuerda mi nombre, no lo puedo creer, ella me recuerda!, Quiero recalcar que estoy gritando internamente ujjjjju.

—si y tú Lily o algo así— dije para disimular, porque ese nombre no se me ha olvidado desde el día en que lo supe.

—si, soy yo, nos conocimos en la biblioteca, por cierto, yo también soy cristiana, mucho gusto, chico cristiano.

Esto es genial, ella es cristiana, otra razón por la que debo celebrar.

—igualmente, es un placer conocerte, chica cristiana— bromeé al igual que ella y ambos comenzamos a reir—¿siempre vienes a este lugar?— pregunté con curiosidad.

—a veces, hoy pasé porque vengo de la universidad y necesitaba despejarme al aire libre.

—¡oh, que bien!— exclamé.

Continué con mi lectura y después de terminar la invité a comer helado, se los compré a un señor que andaba vendiendo en un carrito de helados.

Caminamos por el parque, que por cierto es muy grande, mientras comíamos nuestros helados.

Hablamos de mi país, de los lugares de aquí, que hay en la ciudad, los que ella conoce para ser más específico, también de los amigos de Lily y también le conté sobre mi experiencia al volverme cristiano.

Ella se mostró muy amable, prometió presentarme a sus amigos algún día, yo estoy muy contento porque siento que Dios está de mi lado y sé que El cumplirá Sus propósitos en mí.

¡¿Esposa de mi jefe?! © #1  [Amores Inesperados]                *REESCRIBIENDO* Where stories live. Discover now