ABRAZO

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Hoy me levanté de madrugada a orar por tantas cosas que han venido a mi vida, es difícil para mí todo esto.

Tengo que velar por mi vida espiritual, debo mantener la llama del Espíritu Santo ardiendo en mi interior, no es fácil porque debo enfrentarme a mí mismo y eso es lo más complicado.

A demás, están los sentimientos que han surgido hacia Ruby, es mi deber orar por esto, necesito que desaparezcan, debo alejarme, no quiero que Carlos se enoje conmigo por enamorarme de la misma chica que él.

Prefiero ver feliz a Ruby, aunque sea al lado de otra persona, yo no la merezco.

En mi vida he tenido que enfrentar diversas circunstancias y estoy seguro que podré con esto, yo estoy renunciando a ella porque la amo, jamás me había sentido seguro al decir esto, pero la verdad es que lo que siento por ella, no le he sentido por nadie más.

... Señor, hoy pongo en tus manos mi futuro, mis sentimientos, y deseo con todo mi corazón que se haga tu voluntad en mi vida.
Si Tú voluntad es que me aleje de Ruby, lo haré, no importa si voy a sufrir, lo haré porque me importa ella, me importa Carlos y lo más importante, quiero hacer tu voluntad y te prefiero a Tí, antes que a cualquier persona, sabes, yo puedo renunciar a cualquier persona, pero jamás renunciaría a Tí, a Tu presencia, eso jamás, yo te elijo a Tí una y otra vez, amén.

No sé porqué, pero estoy llorando al decir estás palabras, me duele alejarme de ella, pero si es lo que Dios quiere, lo haré porque por encima de mi amor por ella está el amor que siento hacia Dios.

Después de esa oración, me siento renovado espiritualmente, es algo que no puedo comprender, en un momento estuve triste y al otro, Dios me dió fuerzas, es algo que no puedo explicar.

Salgo a correr, en el camino puedo ver que todo está cerrado, se siente bien salir cuando no hay nadie más, aún corriendo puedo hablar con Dios, en mi mente.

Pronto saldrá el sol y yo quiero disfrutar ese momento, en este instante veo los faroles que reflejan su luz naranja por toda la calle, las luces encendidas en el porche de las casas, uno que otro vehículo pasando por la calle, supongo que algunos se dirigen a sus trabajos, no lo sé.

Está rayando el alba, ¡wow! Es algo inefable, veo como sale esa luz detrás de las montañas, esa es una de las cosas que me gustan de este país, que donde sea que estés puedes ver cerros, montañas y tienes la oportunidad de ver un bello amanecer.

Este panorama me recuerda la historia de Jacob, cuando lucha con el ángel de Jehová hasta que estaba por rayar el alba, cuando el ángel no podía con él, le descoyuntó el muslo a Jacob y le pidió que lo dejara, Jacob le dijo: no te dejaré si no me bendices.

Eso es algo impresionante, cada día oro en las madrugadas porque siento esa necesidad de estar en Su presencia, de buscarle cada día, si no oro en la madrugada me siento terrible y aunque ore a cualquier hora del día, no es igual.

Mi forma de pelear la bendición de Dios, es buscándole de madrugada todos los días.

Me dirijo nuevamente a casa, entro al cuarto de baño para ducharme, me visto y salgo de mi cuarto hacia el comedor donde mi nana me tiene preparado el desayuno.

—buenos días nana —la saludo con un beso en la frente.

—buenos días hijo.

Me siento en la silla y empiezo a comer.

—sabes, hay una chica que me prometió explicarme unas cosas de la Biblia y quiero que la traigas a casa, no hay ningún problema ¿Verdad?

—no, claro que no, ¿Cómo se llama la chica?.

¡¿Esposa de mi jefe?! © #1  [Amores Inesperados]                *REESCRIBIENDO* Where stories live. Discover now