Epílogo

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Epílogo
-This Love-
Tenerife 22:00

-Vamos, amor, sé que te gustará este sitio.-

-Pepi, es de noche y estamos desapareciendo por las calles de Tegueste, tú familia acabará pensando algo que no es.- suelto una risita y me sigo dejando llevar por él.

Estamos caminando por las calles poco iluminadas del pueblo. Son las diez de la noche y hemos andado tanto que se escucha el mar. Supongo que, bajo mi poco conocimiento sobre la parte norte de la isla, estaremos en Bajamar, pero no estoy segura.

-Estamos llegando. Perdón por tenerte caminando una hora pero quería que fuese especial.- me hace un puchero y yo sonrío, asintiendo. Si es con él, no me importaría recorrerme hasta una maratón.

Llegamos a una especie de callejón que gira y nos lleva a una calle notoriamente poco transitada, pegada al mar y solamente con la parte de atrás de los edificios que lo rodean. En medio del paseo, descansa una pequeña manta de color naranja y encima una cesta. Todo está decorado con velas y pétalos de rosa, dándole al encuentro un apartado más privado.

-Esto es precioso.- me quedo hipnotizada mirando el mar y todo lo que ha montado para mí.

-Vamos, te tengo también un regalo.- me jala de la mano pero yo me freno.

-Habíamos prometido no regalarnos nada por reyes hasta que llegasemos hasta la nueva casa.- hago un puchero.- Ahora me siento yo mal.-

-Tranqui, es solo un detallito.-

-Lo mismo dijiste del coche.- ruedo los ojos, dejándome guiar hasta el picnic.

-Es distinto.- suelta una risita y me tiende un paquete mal envuelto.- He hecho lo que he podido, no me gusta como se siente la cinta en mi dedo.- hace una mueca y yo me río, abriendo el paquete y desdoblando la manta.

Una. Puta. Manta. De. Rafe. Cameron.

UNA PUTA MANTA DE RAFE CAMERON. CON TODA SU PERFECTA CARA AHÍ, MIRÁNDOME PROFUNDAMENTE, ¿PERO ESTO QUÉ ES?

-No jodas.- abrazo la manta con efusividad y mi novio se ríe.

-Amor, estás todo el día viendo edits de tik tok de ese tío.-

-Está muy bueno y a mí siempre me han ido los chicos malos.- bromeo y corro a darle un bezaso a la mejor persona de mi vida.

Nos sentamos en el picnic y saca fresas y nata, haciendo mi boca agua. Nos pasamos la noche hablando y riendo, besándonos como si la vida nos fuera en ello y sintiéndonos como nunca.

-¿Un bañito?- me pregunta, sacándose la camisa y yo no puedo resistirme.

Nos dejamos en ropa interior y nos lanzamos al mar, comenzando a salpicarnos y jugar.

En una de estas le doy a Pedri en el ojo y me llevo la mano a la cara en sorpresa. Comienzo a correr en vano porque él me alcanza bajo el agua, me da la vuelta y hace que enrolle mis piernas en su cintura.

El reflejo de la Luna Creciente nos da directamente en la cara y me permito analizar lentamente lo bonito que es el amor de mi vida. Con su pelo liso pero con pequeñas ondulaciones en ciertos lugares, sus ojos con su brillo característico, su nariz preciosa, aunque no sea la que la sociedad marca como perfecta, para mí lo es. Sus gruesos labios con los que no puedo vivir sin besar, su cuello con un par de lunares en un lateral, sus hombros suaves al igual que su suave piel. Todo él, todo, es perfectamente imperfecto.

-Te has quedado en babias, Lunita.- suelta una risita cuando ambos salimos del trance.

-Anda que tú.- me quejo, bromeando.

This love ❑ Pedri González. ✓Where stories live. Discover now