This love ❑ Pedri González. ✓

XXXIX

Capítulo treinta y nueve
-Familias-
Tenerife 15:00

-Vale, tú, Eduardo, quiero que te comportes, ¿Estamos?- le pido a mi primo mientras Aday conduce y Lía hace de copiloto, quedando él y yo atrás.

-¡Pero si yo nunca hago nada!- me dice liándose un porro que yo automáticamente le quito de las manos.

Me ha pedido pasar con nosotros el día de reyes porque su padre está de viaje y somos los miembros de la familia con los que mejor se lleva. No me malinterpreten, adoro a mi primo con mi alma, soy la primera que mata por él si hace falta. Pero amor no quita conocimiento, y él a veces se descontrola.

-No voy a dejar que fumes está mierda antes de ir a casa de mis suegros.- tiro el porro por la ventana y se escucha una escandalosa exclamación en todo el coche.

-¡Cómo has podido! ¡Eso son mis ahorros del mes!- se queja con una mano en el pecho.

-A que te tiro y vas a pie por listo.- lo amenazo, entrecerrando los ojos.

-Tampoco te lo tomes así… madre mía.- intenta excusarse y yo giro la cabeza para mirar a la ventana, ocultando una sonrisa.

(...)

-SARITA.-

-FERCITO.-

Gritamos y me lanzo a abrazar a mi cuñado, pasando de mi novio que nos mira con mala cara.

-Eh, eh, que corra el aire.- se queja mientras nos separa jalandome del brazo para pegarme a él.

-Celosito.- Fer suelta una risita mientras entra de nuevo al restaurante de sus padres.

Me giro a abrazar a Pedri y lo miro, analizando lo guapo que va. Lleva un chándal negro con varios bolsillos a su alrededor y una térmica también negra, marcando cada músculo de sus brazos. Me ha dejado en babias.

-Estás muy bueno, hostia.- me salen las palabras antes de poder controlarlas y él suelta una pequeña risa, analizándome.

Llevo un top blanco con unos vaqueros largos y una chaqueta de punto encima, de color turquesa pastel. Me he decidido poner cómoda porque esas han sido las palabras textuales de Rosy cuando le he preguntado.

"Ven cómoda corazón, es como tu casa, como si vienes en pijama."

Amo, amo, amo a mi suegra, mucho.

-Tu estás preciosa, mi amor.- me da un piquito en los labios antes de separarse y cogerme de la mano, llevándonos dentro del bar.

Nada más entrar me encuentro a bastante gente hablando, tíos, primos, abuelos y demás de mi novio socializan con mi familia. Hablan como si se conocieran de toda la vida y eso me tranquiliza bastante y me quita un peso de encima. Encima Fer, Aday y Eduardo están sentados en un sofá con una cerveza hablando animadamente. Creo que aquí hay nuevos besties.

-¡Mi niña!- Mi suegra se acerca corriendo hacía mi y me envuelve en un abrazo cariñoso, de osito amoroso y a mí casi me dan ganas de llorar.

-Hola, Rosy.- siento varios besos en la mejilla por su parte y sonrío enternecida.

-Ven, ¿Has desayunado?- me lleva hasta la cocina donde un Fernando se encuentra hablando con mi padre mientras revuelve unos garbanzos.

-¡Sarita! ¿Cómo estás preciosa?- Mi suegro también me envuelve en un abrazo cariñoso, que dura un poco menos porque su esposa nos separa y me lleva dada de la mano hasta donde se encuentran unos pocos croissants de jamón y queso.

-Le he pedido a Pedri que te guardase alguno para cuando llegaras. Sé de sobra que te encantan.- me guiña un ojo y yo sonrío.

-Muchas gracias, Rosy.- cojo uno y me lo llevo a la boca, disfrutando de su sabor después de horas de vuelo y horas de hablar con mi gente de abajo sin comer.

-No es nada corazón. Por cierto, he querido evitarlo pero la tía de Pedri ha insistido y van a venir algunos amigos de mi niño…- empieza a explicar y yo ya se por donde va.

-¿Heather, no?-

-Sí, pero no te preocupes, conozco a mi hijo y él te ama como jamás y nunca he visto que ame a nadie.- yo sonrío porque estoy en un momento con él en el que estoy cien por cien segura de que esas palabras son ciertas.

-Y yo a él, lo amo de verdad.- ella me sonríe como una madre mirando con orgullo a su hija y me vuelve a abrazar.

-Gracias por aparecer y estar ahí para él, cariño. Eres muy especial para mi también, y para todos nosotros.-

-Ustedes también lo son para mí… Sobre todo tu Rosy, eres una figura muy importante en mi vida.-

-Y aquí seguiré siempre, preciosa.-

Nada más verla entrar mi cara hace una mueca involuntaria. La odio con todo mi ser y mis ganas, no puedo creerme que esté aquí, tocando los cojones.

He hablado antes con Pedri, le he dicho que no me molesta que esté con ella siempre y cuando la corte cuando se pase de lista. Pero aún así, mi niño me está mirando desde el otro lado de la sala, con miedo. Le entiendo, a pesar del cambio psicológico que he pegado, le da miedo que me vuelva a ir, es algo que a mí también me pasa a veces, pero para eso estamos. Si nos queremos, nos apoyamos y superamos nuestros miedos juntos, que es lo importante.

Ella corre a abrazarlo y él la abraza un par de segundos para luego separarse y sonreírle de manera amigable, cosa que la confunde.

Yo miro hacia otro lado hasta que la mano de Lía se pone sobre mi hombro, dándome una sonrisa que sale más como una mueca.

-Tranqui, pasa de ella, confía en él y listo.- me coge de la mano y me lleva hasta donde están Rosy y mi madre, que ahora son besties.

Mi suegra y mi madre me hacen hueco entre ellas y yo les sonrío, sentándome en el cómodo sofá.

-Cariño, sé que su presencia te molesta, pero intenta disimular, hazlo por Pedri. Te guste o no, al final no deja de ser su amiga, lo único que te queda es confiar en el y listo.- me habla mi madre acariciando mi mano.

-Tiene razón, además, puede que Pedri quiera darte una sorpresa esta noche.- Mi suegra me sonríe de lado y yo me extraño de sobremanera, ¿Qué tramará?

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Buenas nochesss.

Capítulo corto porque me he querido dejar lo mejor para el final... Sí, solamente queda el epílogo 😭😭😭😭😭.

Voy a llorar muchísimo, no quiero soltar a mis niños 🥹.

Voten porfis.

Los cheruuu.
Se despide,
-G.