53.-Debo de alinearte proporcionalmente para la foto, sonríe.

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Este capitulo es sumamente largo podrán ver que narrara Evie-Kaemon-Evie-Kaemon así que disfrutenlo... o no jajajaja 

fuerza martha!! la necesitaran.

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Advertencia: El siguiente capitulo contiene consumo de sustancias (píldoras de color, ya saben que no pondré nombre real para evitar algun percance con algun lector)

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Debo de alinearte proporcionalmente para la foto, sonríe. 

Evie

Mi mano se encuentra bien, aun no logro entender todo lo que sucedió pero descubrimos una cosa gracias a mamá.

Madame está deshaciéndose de políticos poderosos. Ella fue quien ordeno su ataque en México disfrazándolo como un ataque hacia el presidente cuando realmente era hacia ella.

Y al igual de algunos mafiosos que ocupaban un lugar en el consejo. Según Kaemon está haciendo golpes que nadie ha visto o bueno nadie lograba conectar, solo sé que Aamon Levard se encuentra en Rusia para tomar medidas de ataque en contra de ella debido a la muerte del hombre de la Yakuza.

Y lo que intento hacer conmigo.

Mi mano se recuperó demasiado rápido gracias a Addi y la manera en la que actuó Kae pero como hubo prensa y público que tomaron imágenes de mi mano herida, al salir de Washington tuve que salir con la mano vendada fingiendo que las heridas estaban ahí.

Ahora la muevo fácil como si nada pasara ya que estoy en Nesry Hill y por órdenes de mi madre ahora cada vez que salga de aquí Kol estará a mi lado todo el tiempo, incluso en la suite continua del hotel que me llegue a hospedar.

Después de una larga carrera a la orilla del bosque acompañada de Kaemon y Nicklas nos detenemos en O'Donnut para comprar algunas para desayunar, los tres regresamos caminando hacia nuestra casa mientras devoro la dona cerrando los ojos disfrutando el chocolate y su relleno de nutella.

—Oye Kae—golpeo su costado tomando el valor de preguntar lo que tanto he querido—¿Por qué no comes azúcar?

Frunce su ceño pasando su pulgar por mi labio limpiando el chocolate.

—Es por lo que te pasa con tu ira— susurro y el niega con una pequeña sonrisa metiendo la mano debajo de su gorro para tirar de su cabello.

—Nicklas lo sabe Evie, no es necesario que murmures.

—¡¿Tu lo sabias?! —giro a enfrentarme a mi hermano quien maldice cuando el café se derrama en su sudadera.

—No podía contártelo Evie—limpia su sudadera—, yo lo descubrí, el jamás me lo dijo lo que fue aún peor y tuvo que admitirlo.

Kaemon abre la caja de donas y me pasa otra la cual muerdo molesta.

—Lo que quiero decir es que no me pertenecía hablar sobre ello—se encoje de hombros.

Asiento tratando de comprender la situación, pero no es justo, sé que él es su amigo y quizá sepan muchas cosas entre ellos pero ¿Por qué no me lo confió a mí antes?

¿A caso no soy una persona de confianza?

—¿Entonces no puedes comer azúcar?—pregunto de nuevo.

Caminamos juntos mientras con una mano sostengo mi dona y con la otra me agarro de la sudadera de Kae para no caerme por ir distraída.

—No tiene que ver la azúcar en sí—entrecierra sus ojos como si pensara cuidadosamente sus palabras—, digo cada cuerpo es diferente y actúa de distinta manera es solo que la azúcar al menos en mi caso y mi entorno solo me da más ese voltaje de energía que no necesito, suficiente tengo con lo que gasto en natación, entrenando o en la mafia.

Mentiras de cristalWhere stories live. Discover now