52.-¿Hay algo más peligroso que la mafia? Evie al volante

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Martha haré otro grupo de whatsapp la nueva clave sera KAEMON, estén al tanto de instagram por la noche.

Bien, oficialmente les doy la bienvenida a la ultima fase de esta historia <3 abrochen sus cinturones que sera un viaje muy peligroso apartir de aquí.  (Quizá estemos hablando de 8 o 10 capítulos más)

No olviden comentar y votar.

*

¿Hay algo más peligroso que la mafia? Evie al volante.

Evie

Al bajar de la camioneta abrazo a mi nuevo perrito, Kae viene molesto porque no tome su mano para entrar al jardín de la mansión pero sonríe cuando tiro de su sudadera.

—Ese es Killian.

Kaemon gira para ver mejor.

—Y esa es tu hermana.

Sonrió lentamente caminando hacia ellos.

—Hola Killian—Kaemon niega ocultando una sonrisa detrás de mí—, hoy es 22 de Octubre, ¿Sabes lo que significa? mi cumpleaños y el de Addi—me muevo de un lado a otro con el cachorro que me mira fijamente.

—Sí, ya le di a Addia—la recorre con la mirada—, sus felicitaciones.

Mi hermana luce indiferente pero abro mi boca cuando veo que aun lleva la ropa del baile.

—Cállate Evie—ella me señala con el dedo mientras me encojo de hombros.

Los dejo a ambos en las escaleras mientras Kaemon me acompaña, Nicklas baja las escaleras y sonríe abrazándome antes de acariciar la cabeza del cachorro que cierra los ojos cuando lo hace.

—Feliz cumpleaños hermana mayor.

—Feliz cumpleaños Nicki Nicki.

Nicklas me empuja a un lado al ver a Kaemon y abre sus brazos.

—Es mi cumpleaños.

—¿Si? Feliz cumpleaños—Kaemon mete sus manos a sus bolsillos sin intensiones de abrazarlo.

—Eres un cabrón—gruñe mi hermano poniendo los ojos en blanco—, a Dareen lo abrazaste.

Los dejo discutiendo mientras subo y dejo al cachorro en la cama, tomo un cambio y me meto a la ducha de inmediato, cuando menos lo pienso mientras me maquillo veo que Kaemon trae una maleta y se ducha.

Mi celular comienza a sonar al mismo tiempo que mi madre, tío Paolo y Elsa la encargada de relaciones públicas abren la puerta de mi habitación de golpe.

¡Dios mío!

—¿Qué no puedo tener privacidad? —llevo mi mano a mi pecho.

—Por privacidad te refieres al chico que está desnudo duchándose—tío Paolo se acerca a abrazarme.

Ni siquiera lo pensé, ¿Qué tal si hubiera sido mi padre?

Nos mata.

Mentira, solo mataría a Kaemon.

Después de varios abrazos tío Paolo camina a mí alrededor.

—¿Ya viste las redes sociales?

Niego cuando ellos tres comparten una mirada.

—El Senado acaba de negar la participación de un tercer género en las competencias.

Asiento con una sonrisa apretada en el rostro.

Mentiras de cristalWhere stories live. Discover now