7.-¿Vas a seguir tocando o harás algo al respecto?

6.7K 552 521
                                    


¿Vas a seguir tocando o harás algo al respecto?

Kaemon

Me remuevo en la cama queriendo estirar mis brazos pero no puedo, hay dos cosas que lo impiden, estoy duro y húmedo.

¿Qué demonios?

Estiro mi mano a la mesita de alado tomando mi celular para verificar que apenas son las siete de la mañana. Maldigo al saber que nunca duermo demasiado y ahora me siento más cansado de lo común.

Trato de levantarme pero no puedo, el cuerpo caliente de Evie está sobre mi pecho sujetando mi camisa en un puño mientras por su boca sale un hilo de baba.

Esto debe de ser una jodida broma.

Evie está babeando sobre mí pecho como si fuera una niña chiquita muy ajena de todo lo que está sucediendo mientras las mantas que tanto ha peleado estos días se encuentran en el suelo.

Sujeto su brazo izquierdo para apartarla pero cierro los ojos al ver que su pierna esta enredada en la mía rozando mi erección matutina haciendo que deje caer mi cabeza sobre la almohada al tener contacto contra su pierna desnuda.

¿En qué momento sucedió esto que no la sentí subirse sobre mí?

—Evie—trato de moverla quitando su fleco rojo de su pequeña frente dejando a la vista diminutas pecas de su rostro para ver si se mueve.

Nada sucede.

—Evie—hablo más fuerte.

¿Qué ocurre con esta chica? es como si fuera una piedra durmiendo.

—¡Evie! —sacudo su cuerpo y ella solo gimotea acurrucándose más en mi pecho como si fuera un gatito en busca de calor.

Debe de estar bromeando, tomo mi celular pensando que hacer, me quedo mirando el techo blanco por largos minutos hasta que no soporto el calor que se acumula en mi cuerpo.

Bien no me deja de otra.

Sujeto su cintura para moverla pero ella al sentir que la estoy moviendo lleva su mano a la dirección equivocada aferrándose de cierta parte que no debería tocar. Que jamás pensé que ella tocaría.

Mi erección.

La dejo caer de golpe sobre mi pecho de nuevo al sentir la sangre bombear de manera furiosa concentrándose solo en un lugar poniéndose como piedra en cuestión de segundos, su pequeña mano no abandona su agarre mientras yo trato de respirar al tener que controlar toda la maldita situación.

—Te mueves mucho—murmura somnolienta.

—Y tu agarras mucho durmiendo.

Ella levanta su cabeza de mi pecho con los ojos entrecerrados llevando su mano a su boca sintiendo su propia baba, tarda minutos en reaccionar cuando abre los ojos de golpe y el calor inunda sus mejillas mientras limpia su baba y observa donde esta acostada.

—Vas a liberarlo o piensas hacer algo al respecto—exhalo haciendo una seña a su mano que no abandona mi erección.

Casi sonrió al ver su cara asustada al ver la situación en la que se encuentra pero mi sonrisa cae cuando ella ladea su cabeza soltando mi erección con una mirada curiosa y casi fascinada elevando más su rodilla creando una fricción.

No de ninguna manera conozco esa sonrisa que se dibuja en su cara.

Una sonrisa que solo grita problemas.

Problemas para mí.

O para mi pobre amigo que se encuentra en sus garras.

—¿Te excito Kaemon?—pregunta en voz baja recargándose sobre mi pecho—, pensé que me odiabas.

Mentiras de cristalWhere stories live. Discover now