15.-Eres la tentación más peligrosa que existe

5.4K 499 531
                                    

Tomen asiento y disfruten este capitulo! <3 les quiero chao.

No olviden comentar y votar para que el algoritmo de wattpad pueda recomendar la historia a otras personitas <3


Eres la tentación más peligrosa que existe.

Evie

Estuve a punto de desmayarme frente a todas mis compañeras, la cara de decepción de la entrenadora Anne continua grabada en mi mente como bucle. Kenzy continúa hablando pero estoy demasiado nerviosa para poder escucharla.

‹‹Enfermería››

El lugar que tanto he estado evitando. Por eso su decepción hacia mí, ella como entrenadora tiene la obligación de mandarme a enfermería ante alguna situación como esta, estoy segura si hubiera estado a solas con ella simplemente lo dejaríamos pasar para evitar que alguien me revise y llene mi formato clínico con ‹‹no apta para participar››

—Evie, realmente luces enferma ¿Te encuentras bien? —Kenzy se detiene en la puerta blanca frente a mí.

Estuve toda la noche haciendo trabajos, jamás pensé que serían demasiados, se veían sencillos pero realmente requerían de demasiada investigación, una hora se convirtió en dos y luego en tres, ademas mi horario de clases término hace tres horas, desde entonces estamos entrenando sin parar debido a que algunas de mis compañeras están teniendo dificultades para aprender las nuevas rutinas.

—Estoy agotada como el resto, quizá el exceso de entrenamiento—me encojo de hombros sin querer entrar.

—Deberíamos hablar sobre ello con la entrenadora, jamás habíamos entrenado a diario, es inhumano, nuestros cuerpos necesitan descansar—muerde su labio negando.

—Bueno, tu eres la capitana—reviso el pasillo desierto con desespero.

—Tienes razón, hablare con ella.

Bufo cuando una enfermera camina hacia mí invitándome a pasar y Kenzy se marcha de regreso.

—Colócate sobre la camilla en un momento alguien vendrán a revisarte—ella se gira saliendo de la enorme habitación, espero unos segundos antes de tomar mi mochila para marcharme, mis manos tiemblan y el pulso lo siento detrás de mis oídos escuchando como ruge en desespero para salir de esta pero cuando la puerta se abre de nuevo sé que debo de hacer mi mejor actuación.

—¿Evie?

Levanto la vista tragando en seco dejando caer mi mochila al suelo, Kaemon entra frunciendo su ceño revisando todo el consultorio.

—¿Qué haces aquí? —ambos preguntamos al mismo tiempo.

—El medico salió por unas horas y me dejo a cargo—su mirada se concentra en mi cuerpo y tengo que verme obligada a mantener la vista en el para que vea que no me siento intimidada.

—¿Qué ocurre? —frunce su ceño aun confundido.

Me encojo de hombros

—Solo venia por unas cosas que la entrenadora solicito—me encojo de hombros dándome palmaditas cuando su cuerpo se relaja.

—No tengo idea que sea, pero si es algo relacionado con medicamentos tiene que venir ella directamente, está prohibido dar acceso a los alumnos a demasiados fármacos—mete sus manos en sus pantalones grises aun mirándome.

Cruzo mis piernas cuando recuerdo que solo llevo mi ropa de entrenar, el maillot negro con una falda semi-trasparente que pretende cubrir mi trasero y mis medias color piel dejando a la vista las cintas en mis rodillas y tobillos. Me agacho tomando mi maleta para marcharme pero el sujeta mi brazo haciendo que el cierre se abra más y el frasco amarillo ruede entre sus pies.

Mentiras de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora