Mi Protector

Capítulo 10

-No necesitamos hablar de eso.-comenta Katya.

West ríe levemente.

-Deben prepararse para lo que viene.-habla serio.

-Nat.-susurra Christian.

Natasha sale del área con Zack y nadie notó el movimiento, por ahora.

-Hagamos un trato.-comenta West.-En cuanto nos entreguen a la chica, ustedes son libre de nuestras molestias.

-¿Y si no hacemos lo que quieren?-pregunta Brad.

-La guerra sigue en pie y la paz culmina.

-Hace mucho que no existe la paz.-dice Katya.

-La chica, no lo volveré a decir.-se enoja West.

-Árboles.-dice Catherine.-¡Ahora!-todos treparon menos Katya.

-Tú vienes con nosotros.-West toma a Katya y desaparecen.

-¡Maldición!-Jessie se enoja.

Todos bajan de los árboles y caminan para estar fuera del bosque. Llegan a la calle, cada uno fue en direcciones diferentes para encontrarse en el hospital. Cada uno tenía otras cosas por hacer y por eso se separaron. Christian decidió ir al hospital primero. Quería saber que pasaba con Lyceth.

Mientras tanto, tenían a Lyceth sometida en un operación. Las horas pasaban y se volvía enfermo para Zack. Se desesperaba en la sala de espera con los otros. Aún no se entera de lo que le sucedió a su hermana. Por ahora se concentraban en la chica.

West regresó al palacio, tenía a Katya encadenada. El vampiro se dirige al jardín trasero y encuentra a Alen. Éste se encontraba no muy feliz. West le comentó que tenían a su favor a Katya y esto hizo lo sonreír. Alen ordenó que trajeran a la chica y eso hicieron.

-Hola ¿Katya?-habla amigable.

-Me alegro que sepas mi nombre.-le escupe.-Ahora, necesito que me deje ir para matar a tus bastardos seguidores.

-Lo siento.-limpia su rostro.-Te necesitamos lobita. Tú y tu poder, nos haría un gran favor.

-Crea lo que quiera pero, jamás estaré a su favor.-Ya tengo un equipo, una familia. Exactamente lo que usted no tiene.

-¿Y cómo se llama esto?-señala a sus seguidores.

-Un grupo, es todo.

-Te queda mucho por aprender niña. Gracias a mí, podrás tener el mundo bajo tus pies.

-No quiero poder, fama, ni dinero. Quiero ser libre y estar lejos de sus asquerosas manos.-el vampiro la golpea.

-Llevenla a la habitación de la tortura. Voy ahí en cuanto termine de encontrar ya saben que.-se va.

Katya gritaba desesperada. Intentaba escapar de las manos vampíricas, pero era imposible. Encontraron su punto débil como loba y la torturaron. En esos momentos deseaba morir de una vez o simplemente escapar y desaparecer. Sus esperanzas se desvanecieron...

Damian encontró un lugar en donde puede vivir en paz con Alina. No todo iba como un cuento de color rosa, tenían sus días malos. Está claro que Alina le hacía la vida imposible a Damian. Él por ciego, continuaba con ella. Ahora se encuentran en su habitación descansando, pero Damian tiene una pesadilla y despierta.

-¿Ahora qué? -se enoja Alina.

-Aquella chica.

-¿Quién?-frunce el ceño.

-La del baile, no recuerdo su nombre.

-A sí ¿Lyceth?

-Ella misma. Tu padre dijo que era mi hermana. No he podido descansar por ese pensamiento.

-Te diré la verdad.-se sienta más cómoda en la cama.-Alen te robó cuando bebé. Tenía su loco plan desde hace mucho. Todo se va cumpliendo en excepción que perdió a tu hermana. Ella es Lyceth, su real nombre Charlotte. Tu sangre y la de ella es importante, haría que los vampiros se volvieran invencibles. Las veces que te llevaban a hacer análisis, era para almacenar tu sangre en caso de que ocurriera la guerra. Aún así, quieren a tu hermana. Tiene otra cosa que solo mi padre sabe. ¿Feliz? Ya te dije la verdad.

-Sabrina la mató.-dice en voz baja.

-¿Quién es Sabrina?-se pone celosa.

-Debo irme.-se levanta de la cama.

-¿A dónde vas?-le toma la mano.

-Iré en busca de mi hermana.-busca sus cosas.

-¿Qué hay de mí? ¿Y tu hijo?

-Vendré en otro momento.--se va.

Alina lanza una almohada y comienza a llorar. Su plan tampoco salió como quería. Damian salió de la casa vestido con una chaqueta de cuero. Va a su moto y enciende la misma. Observa la casa por última vez y acelera.