Soulmate| jjk. ✓

𝚌𝚞𝚊𝚛𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚍𝚘𝚜

Había pasado una semana desde que Valery había sido marcada por JungKook, y aunque no lo quiera confesar en voz alta, se sentía ahogada de saber que él podía sentir todo lo que ella sentía. Quizá si él no le contara, ni estuviera encima todo el tiempo, podría ser distinto, pero como estamos hablando de Jeon JungKook, obvio que nada iría como a él no le gustara. Tal vez Valery sí podía sacar ciertas cosas buenas de esa conexión, como que él podía llegar a salvarla si de verdad se siente en peligro, pero eso no ocurre desde lo que pasó con MinGan.

Para Kim ya era insoportable que JungKook bromeara con eso todo, y cuando digo todo es todo el tiempo. JiMin y ella están teniendo una guerra de almohadas y si ella se golpea sin querer, a los minutos JungKook está ahí queriendo asesinar a Park. NamJoon y Valery discuten porque un adorno está más a la izquierda que a la derecha, y JungKook está ahí. Están teniendo sexo y ella está por venirse, adivinen. Sí, hasta eso puede sentir JungKook.

¡Era agobiante!

Pero aunque ella intentó decirle que no es necesario que sienta absolutamente todo lo que ella siente, él no le hace caso y se ríe en su cara, diciendo que es tierna y no le molesta llegar a salvarla. Valery no actuaba, verdaderamente no le gustaba ser salvada.

Y justamente ahora Valery estaba resoplando mientras pensaba en todos esos sucesos, no le molestaba que JungKook la conozca y pueda darse cuenta cuando tenía mal humor o algo así, pero hablando en lenguaje...normal. Ya cuando hay una conexión sanguínea, o lo que sea que ahora tenían, era molesto. Si estaba feliz lo siente, si está enojada también, y así con cualquier emoción. Valery sentía que ya no podía ser ella misma, y si bien pareciera que está exagerando, para alguien que estuvo toda su vida relajada y ocultando sus emociones, era estresante que alguien supiera hasta cuando siente placer al beber sangre.

⎯ Ey, gracias por venir.⎯ escuchó a su lado y le sonrió a TaeHyung, que últimamente no se le hacía tan molesto como antes. Tal vez porque la salvó o porque sentía algo distinto en él.

⎯ Vamos por tu dosis de sangre.⎯ dijo moviendo la cabeza, pero TaeHyung la tomó del hombro y habló.

⎯ No es necesario.⎯ confesó con las mejillas sonrojadas.

⎯ ¿Cómo?

La única manera que existía para que él no tenga hambre era que ya se haya alimentado, y justamente no hablamos de carne o alguna fruta. Valery estaba confundida, pues TaeHyung no se ve de los que van a secuestrar humanos o los asesina para beber su sangre, eso quedó en siglos atrás, y tampoco es que lo vió yendo al hospital para buscar el líquido que los mantenía con vida.

Aunque tampoco se sorprendía, el día que la ayudó a ella y a YoonGi, no sabía que ese lobo era TaeHyung, pues no tiene el sentido de identificarlos en su forma lobuna, pero hace unos días, teniendo una conversación normal con JungKook, recordó que él casualmente comentó "creo que si no fuera por TaeHyung mi hermano te hubiera asesinado". Y aunque el nombrado semanas atrás le dijo que él seguía transformandose en lobo y demás, no le creyó, técnicamente era imposible, y ese día se había olvidado de leer o buscar en algún libro algo relacionado a fusión entre lobos y vampiros.

⎯ Vamos que te explico.

Los dos vampiros caminaron en la soledad de la noche, y Valery esperaba que JungKook no aparezca porque siente alguna de las emociones de ella, porque la verdad que no se ve muy bien que tu alma gemela este con otro hombre a las oscuras de la noche, y peor, solos. Además de que, por lo que se pudo dar cuenta ella, JungKook no estaba al tanto de la transformación de TaeHyung, así que eso solo empeoraría las cosas.

Valery llegó a la conclusión de que se sentía cómoda con Kim mientras hablaban de cosas triviales, no se podían considerar mejores amigos o el mayor confidente del otro porque no lo eran, pero de todas las veces que se habían visto ahora se llevaban mejor. TaeHyung a veces recordaba el momento en el que perdió la cabeza por amor y Valery lo transformó para mantenerlo con vida y darle otra oportunidad, como habían discutido ese día y lo mucho que la odió por hacerlo un monstruo. Y se ven ahora, caminando en paz hablando de cualquier cosa, consiguiendo pequeños datos idiotas de ella como su color favorito o que en tan solo tres meses sería tía de un precioso varón.