𝚚𝚞𝚒𝚗𝚌𝚎

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JungKook entró a su casa con una estúpida sonrisa en sus labios, soltó un suspiro cuando apoyó la espalda en la puerta de entrada mientras cerraba los ojos y recordaba el momento con Valery. Ambos sabían que si querían podían seguir, pero ella fue la que dió un pare a lo que estaban haciendo, y él lo respetó.

Se sentía estúpido por no haberle besado los labios, pero a la vez se sentía victorioso por meter la mano debajo de la gran falda del vestido para sujetarle la pierna y llevarla a su cadera, dejando que ella sea aún más conciente de lo levantado que estaba el pene de JungKook ante sus acciones. Valery tenía la piel tan suave y cálida que el licántropo se perdió en esas sensaciones, junto a los mojados besos que ella le dejaba en el cuello y él solo levantaba más la cabeza para que tenga más espacio y haga lo que quiera con él.

Definitivamente estaba perdido por ella.

⎯ ¡JungKook!⎯ escuchó y salió de su sueño que estaba teniendo despierto, los recuerdos con Valery pasaban como una película frente a sus ojos. Rieka frunció el ceño mirando con confusión a su hermano.⎯ ¿Qué te pasa, idiota?

⎯ Déjame en paz, ¿Quieres?⎯ le respondió sin sonar agresivo. Estaba muy feliz como para enojarse con alguien.

⎯ Hueles a perfume costoso de mujer.⎯ fue lo último que escuchó de su hermana para después ir a la cocina en busca de algo de comida. Pasar toda la tarde con Valery lo había dejado hambriento - con hambre de otra cosa en sí, pero por el momento quería comida - así que ahora buscaba algo para llenar su estómago.

Mientras preparaba su leche con chocolate pensaba en cómo hubiera seguido el momento, si hubieran ido a esa vieja cabaña y la hubiera hecho suya contra alguna de esas paredes. Porque a decir verdad, para JungKook no era necesario tener una cama si había ganas por ambas partes, pero primordialmente quería que ella se sienta cómoda, así que solo por eso retuvo su impulso.

Se dió la vuelta y llevando su taza fue al comedor, donde estaban todos menos MinGan sentados. Se sentó en su lugar y la conversación que estaban teniendo sus padres se detuvo de manera abrupta cuando vieron a su hijo sentarse.

⎯ Mm, masitas, que rico.⎯ comentó él tomando una de las nombradas de un plato de porcelana para después comer. Se dió cuenta del silencio y miró a sus padres y hermana, inevitablemente una sonrisa se escapó de sus labios.⎯ ¿Qué les pasa?⎯ preguntó risueño.

⎯ ¿Dónde estuviste en la tarde, JungKook?⎯ indagó su padre, y el nombrado respondió vagamente.

⎯ Por ahí.

⎯ ¿Por ahí?⎯ preguntó irónicamente.⎯ ¿Y ese por ahí cómo explica lo que tienes en el cuello?

El rostro de JungKook palideció y se levantó tan rápido como pudo para correr a su cuarto y verse en el espejo. Se encontró con que estaba teñido de rojo a causa del labial de la vampira y sus mejillas se pusieron rojas de la vergüenza al darse cuenta que sus padres y hermana lo vieron de esa forma. Lo tenía esparcido por todo el cuello, así que tenía que quitárselo de alguna manera, aunque le doliera, porque quería tener la marca de Valery ahí.

Se escabulló a la habitación de su hermana y buscó por todos lados algo para quitarse el maquillaje, al ser mujer y tener maquillajes asumía que existe algún producto para poder quitarlo. Sus ojos brillaron cuando vió un pequeño empaque que decía "toallitas desmaquillantes". Tomó el nombrado y lo secuestró en su habitación para después tomar uno de esos paños húmedos y pasarlo por todo su cuello mientras se veía en el espejo.

Gastó unos cuantos porque había algunas zonas más manchadas que otras y tenía que tallar un poco más fuerte, pero al final pudo quitarse. Aún así, habían alrededor de cinco marcas que no salían, aunque él intente sacarlas con todas sus fuerzas, se dió cuenta que no salían y eso solo lo llevaba a una clara respuesta; chupetones.

Soulmate| jjk. ✓Där berättelser lever. Upptäck nu