Soulmate| jjk. ✓

𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎

Fuera de la oficina se empezaron a oír gritos desgarradores de Rieka, también de su madre y pasos apresurados de MinGan. JungKook movió la cabeza en dirección de la puerta, pero lo tomó por sorpresa cuando su padre le tomó el rostro por ambos lados y lo obligó a mirarlo, en sus ojos se delataba la desesperación, el pánico y la angustia, poco a poco los ojos de JungKook comenzaron a llenarse de lágrimas. Los gritos, los golpes en la puerta, las palabras de su padre, como lo obligaba a hablar.

⎯ ¡Dímelo, JungKook, te lo suplico!⎯ gritó su padre, y con ello bajó la primer lágrima del ojo de su hijo.⎯ ¡Por favor!

⎯ ¡Padre! ¡Padre, Rieka tuvo un aborto!⎯ gritaba MinGan desde afuera con total desesperación, intentaba abrir la puerta de su padre pero esta tenía seguro así que comenzó a patearla con fuerza, creyendo que a su hermano le estaba pasando algo.⎯ ¡Jeongguk dime algo!

⎯ JungKook, dímelo por favor.⎯ pidió el mayor. Para el castaño sentía que todo lo de afuera, los gritos desesperados y demás, no existían, solo la voz de su padre.⎯ Hijo, dime la verdad.

⎯ P-padre, yo...

⎯ ¡Jeongguk!⎯ gritó su hermano entre lágrimas. Pensaba que esa noche sus dos hermanos no estarían más para él.

⎯ Solo somos tú y yo.⎯ dijo el señor Jeon, viendo los ojos de su hijo y como bailaban de un lado a otro con miedo.

⎯ Y-yo...⎯ tomó aire.⎯ sí. Mi alma gemela es vampira.

En ese mismo instante MinGan logró romper la puerta, entró y se dirigió corriendo a JungKook, su padre estaba en un estado de shock y no entendía el porqué. Revisó a su hermano, estaba en perfectas condiciones menos sus ojos que soltaban lágrima tras lágrima. Por primera vez había sentido realmente el pánico de perder a JungKook, porque a pesar de discutir todo el tiempo y querer destruirlo por el puesto en la manada, seguía siendo su hermano, el que lo acompañaba en cada aventura.

Lo tomó de la mano y corrieron hacia la sala, donde se oían con más claridad los gritos de su hermana y los de su madre llamando a su esposo. JungKook recién ahí cayó en cuenta de lo que ocurría, así que sin dudarlo ni un segundo tomó las llaves del auto y a su hermana en brazos, quien tenía el pantalón con sangre en su parte íntima. La familia Jeon corrió al auto del mayor de la casa, quien aún no salía del shock y se quedó dentro, sin darse cuenta que sus familiares estaban conduciendo a toda velocidad a un hospital en el pueblo humano.

El señor Jeon ya lo suponía, no se haría el idiota, o mejor dicho, su lobo lo suponía, el humano aún no podía entender porqué su hijo mayor fue maldecido con aquel patrón de los Jeon. Temía por la seguridad de su hijo, no quería verlo muerto, pero sabía que si lo alejaba de su alma gemela moriría de igual manera así que...no le quedaba de otra que aceptar. Nunca, en toda su vida, se preparó para un momento como ese. Estaba ilusionado pensando que JungKook correría con la misma suerte que sus hermanos, que tendría de alma gemela a algún licántropo y listo, no tendría que vivir con la preocupación en su corazón, pero al contrario de lo que pensaba, estaría enamorado de la futura causa de su muerte.

Por parte de Valery, habían pasado dos días desde la discusión con JungKook. Dos días en los que ella fue al árbol de siempre, como toda una ilusa, y Jeon no hizo acto de presencia, pero lo entendía, ella lo había asustado y seguro no quería ni verla. Solo había una única solución para lo que había ocurrido, y aunque no quisiera, su amor por JungKook era mucho más fuerte que cualquier rivalidad entre razas.

No puedo creer que estoy haciendo esto.⎯ suspiró la vampira mientras se veía al espejo, como su piel pálida cambiaba a una más bronceada gracias al maquillaje.