Los secretos del Bosque [+18]

"¿Estrellita, dónde estás?"

Narra Brandon:

-¡Más rápido!-Digo, a pesar de saber que ya hemos excedido la velocidad permitida.

-La idea no es matarnos-Recuerda Deán quien va sujetándose del asiento.

Cuando la prima de Kayla, llamo a mi hermano, y menciono un lugar que le transmitía tranquilidad a Kayla, inmediatamente pensamos en el bosque.

Por eso nuevamente vamos camino a Borlme, Aarón maneja a toda la velocidad posible, y agradezco el casi inexistente tráfico que hay.

Cuando llegamos básicamente me tiró del auto aunque no haya estacionado, los cinco corremos hacia el bosque, adentrándonos en la malesa. Las ramas chocan con mi rostro pero no me importa, escucho un grito masculino, seguido de una carcajada de Kayla.

Nos detenemos cuando la vemos, manchada de sangre, con una sonrisa aterradora, rodeada de más de 20 cadáveres. Mientras le clava la daga a lo que queda del cuerpo de un hombre.

A su lado montones de cuadros pintado de rojos, se esparcen por el lugar.

-Kayla-La llama Deán, mientras avanza lentamente. Ella voltea, sus ojos están diferentes, levanta su daga y se acerca a Deán, parece que no es la misma, cómo cuando atacó a Aarón.

Mi hermano retrocede, ella al parecer no nos reconoce.

-Kayla, somos nosotros-Dice Caleb con la voz más calmada que escuche de su parte.

-Baja eso, porfavor Kayla-Pido con amabilidad.

Pero ella solamente agranda su sonrisa, su rostro manchado de sangre podría ser actriz en una película de terror. Aunque no me asustaría más bien me exit...No, no debo pensar en eso en éste momento.

Aarón es el siguiente en dar un paso hacia delante.

-Somos nosotros-Dice con gentileza, y parece que hasta él se sorprende el tono de su voz.

-Vamos princesa, nadie te va a hacer daño-Dice Deán avanzando al lado de mi hermano mayor.

-Puedes confiar en nosotros-Agrega Caleb posicionándose al lado de Deán.

-Baja eso, hablemos-Pido, poniéndome al lado del rubio.

-Kayla, tranquila, todo está bien-Dice Ekaitz acercándose aún más.

Ella cierra los ojos, y suelta su daga dejándola caer en el suelo del bosque.

Me acerco a ella corriendo, y levanto delicadamente su rostro, observado que está llorando.

-Estamos contigo, princesa-Susurra Deán.

Ella lo mira, pero no sonríe, solo se acerca a mi pecho, escondiendo su cabeza en mi hombro, mientras rodea mi cuello con sus brazos, parándose de puntillas por la diferencia de altura.

-Cargalá, vamos a la mansión-Demanda Aarón y asiento.

Agarró detrás de sus rodillas, impulsandola para que enrede sus piernas en mi cintura y eso hace.

Escucho sus sollozos, mientras que sus lágrimas caen en mi cuello. Acaricio sus espalda, mientras camino hacia la mansión.

Cuando llegamos los guardias inmediatamente nos dejan pasar, las empleadas no están, cosa que agradezco en mi interior.

Me siento con Kayla encima en un sofá, mis hermanos al lado, ella sigue sollozando.

-¿Qué se hace cuando una mujer está estresada?-Pregunta Caleb en un susurro.

-Follar las destreza-Comenta Aarón recibiendo un manotazo de parte de Deán.

-¿Contarle un cuento?-Sugiere Deán.

-Hacerle masajes, supongo-Responde Ekaitz.

-Comer-Respondo.

-Bien, le prepararé algo de comer, ustedes suban a la habitación-Dice Ekaitz.

-Voy contigo-Comenta Caleb mientras ambos van a la cocina.

Con Kayla encima subo a mi habitación, dejándola acostada en la cama, pero una queja casi insonora escapa de sus labios, mientras se aferra a mi cuello, evitando que pueda soltarla.

Me acuesto con ella, mientras la abrazo, Aarón se pone detrás acariciándole el cabello.

Le limpio las lágrimas, mientras dejo un casto beso en su frente, ella cierra los ojos y se acomoda en al cama.

Deán trae una manta y la pasa por encima de Kayla.

Caleb y Ekaitz no demoran en venir, con unas galletitas en sus manos, pero Kayla se niega a comer.

-Nena, tienes que comer-Dice Caleb.

-Es por tu salud, no sabemos hace cuánto tiempo has estado sin descansar y sin comer-Agrega Ekaitz.

-No quiero comer-Dice como una niña, cerrando sus ojos.

-¿Qué hacemos para que estés bien?-Pregunta directamente Aarón.

-Canten y abrazenme, porfavor-Pide haciendo un puchero.

Junto a Aarón la abrazamos, mientras que mis demás hermanos se miran entre ellos.

-Yo no sé cantar-Dice levantando las manos Ekaitz, dando un paso atrás.

-Ni yo-Dice Deán.

-Pero tú si-Responde Ekaitz señalando al rubio.

-Bien, cantaré pero no sé burlen-Dice Caleb soltando un suspiro.

-Canta, porfavor-Pide Kayla, el la mira con ternura, y accede a su pedido.

-Estrellita dónde estás...-Empieza a cantar y debo admitir que no canta nada mal, hasta podría dormirme escuchandolo.

-Me encanta tu voz-Susurra ella.

Al rato, Caleb termina la canción, y por la respiración de Kayla sé que está dormida.

Se ve tan tierna dormida.

Todos nos quedamos mirando como duerme, y no puedo resistirme a dejar pequeños besos en su cara, su aroma llega a mi, y no puedo evitar abrazarla más fuerte.

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