Los secretos del Bosque [+18]

En la búsqueda

Narra Kayla:

Es de noche, estoy en la cocina del departamento de Aarón, comiendo pizza. Yo sigo en mi pijama mientras que él, simplemente tiene un pantalón, dejando ver su torso desnudo. No evito mirarlo, pero él parece demasiado distraído para mirarlo.

-¿En qué piensas?-Pregunto.

-En...-Para pensar que va a responder-¿Por qué aún no me has presentado delante de tu familia?-

Miente, está mintiendo, no pensaba en eso

-¿Te refieres a Key y a Armando?-

-Si, a ellos-Responde.

-No lo sé, simplemente no se ha dado la oportunidad-Respondo encogiendomé de hombros.

-Algún día me gustaría conocerlos-Comenta distraído.

-Hablando de familias...¿Y tus hermanos?-Cuestiono, lo observó, inmediatamente parece tensar sus músculos.

Está nervioso.

-¿Mis hermanos?-Pregunta.

Levanto una ceja, repetir la pregunta generalmente se usa para dar tiempo a pensar una mentira.

-Si, tus hermanos, Aarón-Repito.

-¿Qué con ellos?-

-No sé, ¿Qué les ha pasado?-

-Pues nada, normal-Responde, pero no me mira, mantiene su mirada sobre la mesa con pizza.

-Pero...-Antes de que pueda responder, él se levanta.

-Nada, no ha pasado nada, me voy a dormir-Y sin más se va a dormir.

¿Ni si quiera un beso de buenas noches?

¿Qué habrá sucedido con Deán, Ekaitz, Caleb, y Brandon?

No sé, pero lo sabré.

¿Cómo piensas descubrirlo, volviendo a el pueblo?

Si, me iré mañana por la mañana.

¿No eras tú, quién odiaba los viajes largos?

Si, los odio, tres horas arriba de un auto son horribles, pero si quiero saber que les sucedió es lo que tendré que hacer.

Pero primero necesito descansar, así que me voy a la habitación de Aarón, él ya está acostado, parece estar dormido, y me acuesto a su lado, dándole la espalda.

Siento como poco a poco, se pone detrás de mi, quedando mi espalda con su torso.

-Te quiero-Susurra en mi oido, pero no respondo.

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La alarma sonó, son las seis de la mañana, y que conste que me levanto temprano por un buen motivo.

Aarón sigue dormido, aún estando en posición "cucharita" conmigo, cuando intento salir de su agarre, me atrae más hacia él.

-Quedate-Murmura, su voz ronca, hace un efecto himnotizante en mi, pero el recuerdo de que anoche no me quiso explicar lo que sucede, hace que todo su encanto se esfume.

-Debo ir al baño-Digo.

-Un ratito más-Dice empezando a besar mi cuello.

Amo las folladas matutinas, pero éste no es el momento.

-Ya, debo ir al baño-Repito y está vez me suelta.