Adiós, papá

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Narra Kayla:

Mis párpados pesaban más de lo normal, podía sentir algo duro debajo de mi, la superficie en la que estaba era fría.

No podía mover mis músculos, tal vez por la droga que me hizo dormir.

Escuche a lo lejos unos murmullos pero las palabras eran incomprensibles.

Un olor horrible empezó a inundar mis fosas nasales, luche por abrir mis ojos, pero al hacerlo solo capte oscuridad, antes de volverlos a cerrar.

Intenté pestañear un par de veces pero mis ojos terminaron cerrados y caí en la inconsciencia.

Nuevamente me desperté, y al igual que antes sentía las voces de personas a la distancia, pero no lograba reconocer a quienes pertenecían.

Kayla, tú puedes, despierta.

Hice mi mayor intento, y logre abrir mis ojos, viendo a un par de metros dos figuras masculinas, pero la oscuridad me impidió ver los rostros. Ellos parecían charlar olvidando que yo estaba acá.

Moví mi mano, aún con la sensación de que mi músculo permanecía dormido, alcance a tocar uno de mis bolsillos y agradecí internamente a mi prima. Porque de no ser por ella, no se hubiera traído un arma escondida.

Key, siempre dice que las armas de fuego son mejores que las armas blancas, aunque yo prefiero matar con mi daga.

Me arrastro silenciosamente por el suelo viendo que nunca había estado en éste lugar. Parece una fábrica abandonada o algún edificio muy descuidado.

Por las ventanas entran grandes brisas de aire, ya que los vidrios están partidos. La humedad y la suciedad es lo que más abunda aquí.

Me arrastro hasta una esquina y agudizó mi oido intentando escuchar lo que los hombres dicen, no sé quiénes son, porque la única luz que hay aquí, es la iluminación de los focos de la calle que se cuelan por las huecos y ventanas.

-¿Qué quieres que haga?-Dice uno de los hombres, parece que habla con rabia.

Me acerco aún más para escuchar mejor, pero evitando que me vean.

-Matalá-Ordena, tardo en reconocer su voz, pero me doy cuenta que el segundo hombre es Él, es Darek.

Así que me quiere muerta...

-¡¿Qué?!-El primer hombre, niega con su cabeza mientras retrocede un paso.

-Hazlo, pero no olvides grabar un vídeo, necesito que le llegue la grabación a las Calaveras-Dice acomodándose su gabardina.

-¡No!-Niega.

-Ella ya no nos sirve de nada ¡Solo mátala!-Exige Darek alzando su voz.

-¡Maldita sea! ¡Es mi hija!-Grita.

¿Qué?

-¡Me importa una puta mierda! ¡Solo has tu maldito trabajo!-Grita antes de salir de la fábrica, escucho como un motor se enciende alejándose del lugar.

El hombre mira al lugar donde me desperté, y se acerca corriendo, y aunque mi mente no lo quiera creer, mis ojos confirman lo que tanto temía.

Es mi papá....

El voltea mirando a todos lados, buscándome con la mirada, avanzo un paso, dejando me ver.

-Hija...-Susurra él, cómo si hubiera visto un fantasma.

No respondo, mi mente sigue asimilando que está vivo, a unos metros de mi. Porque no es lo mismo una simple sospecha, a poder verlo, escucharlo...

-Hija, yo...-Intenta decir pero no lo dejo, levanto mi mano para que deje de hablar.

Los secretos del Bosque [+18]Where stories live. Discover now