¿Los quiero?

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Podría seguir durmiendo, sin ser porque el hambre me invade. Sin abrir los ojos, siento como si me estuvieran aplastando, cuando intento moverme, un brazo me jala hacia atrás, chocando con un torso desnudo.

Abro un ojo, frente de mi está Deán, entre mis piernas está un cabello pelinegro perteneciente al hermano mayor. Siento la fragancia de la colonia de Ekaitz en mi espalda.

El que reconozcas su olor, suena psicópata.

Me giro, quedando de frente al castaño menor, quién está profundamente dormido. Atrás en el sillón puedo ver a Brandon, bien dormido.

Siento una mano en mi culo, apretándolo.

-Buenos días-El susurro de Deán, me confirma que a él le pertenece la mano.

-Buenos días-Respondo.

Siento como Aarón se mueve, confirmando que se despertó, se levanta, y vuelve a acostarse aferrándose a mis piernas.

Inmediatamente noto la ausencia del rubio...¿Dónde está Caleb?

No quiero levantarme, quiero permanecer junto a los hermanos, pero el rugido en mi estómago, hace evidente el hambre que tengo.

-Me voy a desayunar-Digo intentando sentarme en la cama, pero los tres hermanos que me rodean me lo impiden.

-No-Ordena Ekaitz, aferrándose más a mi.

-Si quieres desayunar, nosotros podemos darte leche-El tono sugirienté de Aarón no me pasa desapercibido.

Es una buena oferta...

Antes de que pueda responder, la puerta se abre, dejando ver a Caleb, cargando una bandeja, con el desayuno.

Mis fosas nasales bendicen al rubio, no sé si lo cocino él, pero huele delicioso.

-Café y  panqueques con frutilla-Informa Caleb.

Enseguida me siento en la cama, estoy desnuda ¿Me importa? No.

-Gracias- Sonrió cuando pone la bandeja en mis piernas.

-Todo para la bella loca-Responde el rubio.

Empiezo a comer los panqueques, e involuntariamente un gemido sale de mi, por la delicia que estoy comiendo.

-Yo también tengo hambre-Se queja Brandon.

-Pero no hambre de comida-Agrega Aarón.

-Pues se joden, no estoy para compartir-Respondo.

-¿Ni si quiera un poco?-Pregunta Caleb.

-Solo a ti, por ser un excelente chef-Digo.

-¿Y a mí?-

-No, solo al rubio-Comento-¡La comida es sagrada y no se comparte!-

-Depende el tipo de comida-Agrega Aarón, entiendo su doble sentido.

-Yo no comparto mi comida, y ustedes se han convertido en mi comida-Digo con total seguridad.

-¿Y qué te hace pensar que somos tuyos?-Pregunta Brandon.

-Mmm... pues que obviamente soy la única chica que ha entrado en su habitación para tener sexo con más de uno de ustedes, además de conseguir que despierten conmigo, y preparen mi desayuno-Respondo con obviedad.

-¿Qué te garantiza que no hacemos eso con todas?-Pregunta Caleb.

-No me acuesto con cualquiera, sé todo de ustedes-Digo.

Suena psicópata.

Pero suena sincero, les investigué hasta el tipo de sangre.

-Eres más loca de lo que pensábamos-Afirma Deán.

Los secretos del Bosque [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora