El peligro se acerca

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Narra Kayla:

El tiempo vuela, y lo confirmo cuando al mirar el calendario, me doy cuenta de que ya hace 2 semanas desde que me fui de la ciudad y estoy en está casa en el medio del campo.

Miro a mi alrededor la casa ya luce más limpia, la sala está más bonita, una mesa junto al sofá y un lindo cuadro decoran el ambiente, en una esquina, una caja llena de latas de comida. Porque desde que Armando fue a la ciudad, no hemos vuelto a ir, aunque no me afecta, todavía hay cajas de alfajores, galletitas y más chucherías, aunque lo que más abunda son las latas de atún.

Últimamente eh estado de maravilla, volví a hacer lo que amaba, entrenar, y no, no hablo de matar, entrenar con el saco de boxeo, y practicar la puntería.

Un ruido constante, me sobresalta, cómo esos ruidos que hacen las máquinas de hospitales cuando el paciente está apunto de morir.

Camino hacia la habitación de Armando, que es de dónde proviene el irritante sonido, tocó la puerta de vieja madera y cuando escucho un "adelante", entró.

-¡Kayla! ¡Lo logreeee!-Exclama con felicidad Armando, que se levanta de la silla y corre a abrazarme.

-¿Qué?-Pregunto confundida, aún sin corresponder su abrazo.

-¡Los encontré!-Responde alegre.

Al entenderlo salto aún abrazada de él, mientras giramos en círculos con felicidad.

De tanto saltar terminamos cayendo juntos al suelo, me levanto y ayudo a qué él se pare.

-¿Cómo lo hiciste?-Pregunto.

-Un mago nunca revela sus secretos-Contesta sonriendo con orgullo.

Me acerco a la computadora, que está arriba de una pila de cajas, frente a la silla. La pantalla está toda negra, a excepción de un punto verde que está rodeado de circunferencias del mismo color.

-Ese punto es Él-Comenta Armando señalando la pantalla.

-Están en Alemania-Murmuro.

-Si, demasiado lejos-

-Bien, viajaremos nuevamente-Digo.

-Ya había agarrado cariño con la casa-Admite el pelirrojo.

-Viajaremos en 3 días-Digo.

-Odio salir del país-Confiesa Armando.

-Odias salir de tu cueva, y aquí estás-Digo con burla.

A lo que él, responde dandome un pequeño empujón.

-¿A dónde iremos?-Pregunto.

-Está en una pequeña ciudad de Alemania, cerca de Kiel-Responde.

-Jamás eh ido a esa parte de Alemania-Comento.

-Ni yo-Contesta.

-Bueno, a armar el equipaje-Digo con una sonrisa un poco forzada.

Pero Armando parece estar en su mundo, pensando, le toco el hombro y parece volver a la Tierra.

-¿Eh?-

-¿En qué piensas?-

-¿Después?-Es lo único que dice, frunzo el ceño al no entender-Después, cuando lo veamos ¿Qué se supone que hagamos?-

-No lo sé, y solo lo sabré cuando tengamos a Darek en frente nuestro-Respondo y él asiente aún con duda.

Sonrió intentando dispersar sus dudas, a pesar de que yo también las tengo, no eh armado algún plan, que nos pueda salvar.

Porque la verdad no sé ni lo que pueda hallar, tal vez mi padre si esté vivo, pero si fuera así ¿Por qué se fue? ¿Por qué me oculto la muerte?

Existe la posibilidad de que mi papá, éste junto a Él, junto a Darek, pero si ellos están vivos, entonces tal vez mamá también lo esté...

Definitivamente necesito saber la historia verdadera.

Y para eso solo queda ir a Alemania.

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Narra Marcos:

Las amenazas constantes no paran de llegar, una tras de otra, cartas, mensajes e incluso personas diciéndome lo mismo sin parar.

Quisiera decírselo a alguien, sé que Kayla sabría cómo ayudarme, pero jamás la pondría en riesgo por mi, y sé que si se lo digo todo será peor.

Me siento estresado, engañado y decepcionado, siempre confíe en Él, jamás lo quise como si fuera un padre, pero aún así, confiaba en Darek. Porque a pesar de que siempre lo detestaba, confiaba mi vida en Él, porque muchas de las "misiones" que hacia solo lo beneficiaban a Darek. Pero aún así las hacia, poniendo mi vida en riego constantemente.

Las misiones solo la hacia por una razón. Mi mamá. Porque ella cuando estaba lúcida, cuando no tenía perdida de memoria, contaba que ella, la mamá de Kayla, y Darek formaban un gran equipo, juro a otra persona que no me menciono (qué ahora sé, es el padre de los hermanos Skaller). Mi mamá siempre me contaba como los cuatro juntos, hacían justifica, y por eso, en mi cabeza siempre se creo una imagen positiva de Darek, lo obedecía pensando que todo era por justificia, por seguir la tradición que mi mamá portaba con orgullo.

Pero a diferencia de Kayla, yo era casi incapaz de matar y torturar, simplemente me dedicaba a hallar las escondites de corruptos y bastardos, infiltrandomé en peligrosos lugares.

A pesar de que Él mandaba constantemente a personas inocentes para asesinar, junto a Kayla lograbamos saber si en verdad era una persona con un pasado oscuro, como violadores, políticos corruptos, y demás, o simplemente era una persona "normal". En caso de que fuera una persona inocente, simplemente Kayla no aceptaba ni si quiera tocarle un cabello, en cambio si no lo era, la sangre se derramaba y debo admitir que mi amiga en verdad disfruta de el dolor que ella misma provoca en las personas.

El sonido de un mensaje me saca de mis pensamientos "Solo dile una palabra y perderás la lengua, y sabes que no estoy jugando niño".

-Maldito-Susurro, golpeando el celular contra la pared.

Kayla se fue, y no sé dónde, se fue con el pelirrojo, y aunque confío en que ambos se pueden cuidar, sé que 5 bestias me desgollarán con tal de encontrarla. Pero después de todo, los hermanos no son mi mayor problema, si no, el secreto que llevo en la punta de mi lengua.

Quisiera decirle a Kayla lo que sé, pero no hay forma, Él se enteraría, y el problema no es lo que me haga a mi, si no el daño que pueda causarle a mi amiga.

Aunque sé que si no le digo, cuando sepa la verdad la lastimará, y no temo por ella, Kayla puede defenderse.

Temo por la parte de Kayla, que ni ella misma conoce, esa parte que no puede controlar.

Temo porque la leyenda se haga realidad, y ya nadie la pueda parar.

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Los secretos del Bosque [+18]Onde histórias criam vida. Descubra agora