Los secretos del Bosque [+18]

Sus voces

El despertador suena, interrumpiendo mi hermoso sueño, la luz de la ventana me confirma que es hora de levantarme e ir a clases.

Cómo puedo obligó a mi cuerpo a moverse hasta el baño, para repetir el proceso de todos los días, colocarme el uniforme una camisa blanca y una falda roja a cuadros, peinar mi cabello, para luego bajar a desayunar con mis padres.

El día está siendo como cualquier otro, venir a clases, intentar ser discreta, y charlar con Olivia en algunas clases que tenemos juntas.

Actualmente, estamos sentadas en la cafetería, comiendo, mientras ella me pasa el chisme.

-...Mi segundo nombre es chismosa-Dice y ambas soltamos una carcajada. Está chica deberás se entera de todos los rumores.

-¿Hay alguno más que no me hayas contado?-

-Mmmm...dejame pensar-Dice-Ahh, ya recordé, hace como un mes salió un rumor de que Dear era virgen, se armó la revolución en este lugar.- Cuenta Olivia-Igual no creo que sea verdad, con todas las chicas que tiene detrás ¿Quién no aprovecharía?-

-Si, puede ser él-Antes de que pueda seguir hablando me callo, tras el brusco movimiento de Olivia en señal de silencio, la puerta de la cafetería se abre, y ya se quienes vienen-Hablando de los reyes de Roma...-

-Shh-Me calla Olivia, frunzo el ceño ante su reacción.

Están a metros de distancia, si escuchan nuestra conversación tienen súper oídos.

-Oye, ni que te fueran a matar por hablar de ellos-

-Lo sé, pero tampoco quiero molestarlos-

-Cuando dije "Reyes de Roma" no era literal, son guapos, muy guapos, pero no son reyes.-

-Aquí son tratados como reyes-

-¿Ellos son tratados como reyes o los demás como súbditos? -

Olivia parece pensar lo que le acabo de decir y en respuesta se encoge de hombros.

-No sé, prefiero no tener problemas con ellos-

-Ni los conozco pero podría apostar a qué son los típicos hijos de papis, mimados, egocéntricos, y tarados-

Olivia abre los ojos a más no poder.

No, no me digas que está es la típica escena de película y los hermanos están detrás.

Giro hacia atrás, y si, afirmativamente aquí está uno de ellos, creo que es el mayor, el pelinegro, Aarón.

¿Dónde está la cámara? Mi vida podría ser una película¿Quién se ofrece a patrocinarla?

Observó al chico frente a mi, su altura es mucho mayor que la mía, sobretodo porque yo estoy sentada. Su aura es intimidad, sus ojos son negros, tan negros como la oscuridad del bosque. Una de sus perfectas cejas está levemente más levantada que la otra, su expresión facial parece de burla.

-¿Se te ofrece algo? O ¿Vas a estar ahí como estatua?-

Si quieres ser una estatua, deja y te llevo a mi habitación, para poder mirarte enterito.

Conciencia ¡Más respeto! No es el momento de esas imágenes.

-¿Me parece a mi, o estabas hablando de nosotros?- Su voz, su voz es la cosa más hermosa que eh escuchado, juro que si lo escucho susurrar en mi oído, no demoro en correrme. Tienen una voz gruesa, masculina, profunda.

-Si, estaba hablando de ustedes-Contesto, mis pensamientos no son para nada apropiados, pero mi voz y postura se muestra confiada y desinteresada.

-Atrevete y dilo en la cara- Me desafía.

Observó a mi alrededor, los demás hermanos se acercan a nosotros, todos los demás están en silencio expectantes a la situación.

Me levanto de mi lugar, y doy un paso más cerca de él, quedando a unos poco centímetros de distancia.

-Ni los conozco pero podría apostar a qué son los típicos hijos de papis, mimados, egocéntricos, y tarados- Repito sin titubear, y con seguridad en mi voz.

Él se acerca a aún más y parece sorprenderse al no verme retroceder, ni intimidar. Sus labios se dirigen cerca de mi oreja.

-No eres la primera en desafiarnos, puede que no seas la última, pero te arrepentirás de lo que has dicho, ahora o más tarde-Susurra en mi oído.

Agarrenme, mis piernas tiemblan y no por miedo.

-No me arrepiento, demuestren lo contrario y retiraré lo que eh dicho -

-No eres nadie para que te tengas que demostrar algo-Dice interviniendo el rubio, Caleb.

-Exacto, y ustedes no son nadie para venir a decirme lo que tengo o no que decir, yo solo le compartí mi opinión a mi amiga.Así que si me disculpan dejemos la escenita para otro día, e inventen un mejor guión, porque parece de la típica película estadounidense - Tras esas palabras, no soy tiempo a qué me respondan y salgo agarrando mi mochila y el brazo de mi amiga, que parece todavía no asimilar la situación.

-¿Pero qué?- Pregunta Olvida casi en un susurro, después de un tiempo.

-¿Qué?- Digo mientras camino por el pasillo, pero me detengo al ver que Olivia no avanza.

-Las últimas personas que desafiaron a los hermanos se han mudando, han desaparecido del pueblo- comenta- Al fin tengo una amiga...¡No quiero que te vayas!-

-No me voy a ir, son unos simples boludos con aires de grandeza-Respondo simple.

-Yo que tú iría a pedirle perdón de rodillas-Aconseja, y por su tono de voz no parece que lo diga en broma.

-No seas exagerada-

Si tan solo supieran quien soy, vendrían ellos de rodillas, a disculparse por atreverse a dirigirme la palabra.

Debo ser discreta, si no fuera por esta razón, ya estarían siendo humillados por mi...

Definitivamente eres muy egocéntrica.

No te lo voy a negar, definitivamente no soy humilde.

La charla con Conciencia se ve interrumpida por la voz de Olivia.

-Oye, mejor cambiemos de tema -Propone- ¿Quieres juntarte a estudiar?-

-Claro ¿En dónde?-

-En la cafetería-

-¿Cuál?-Pregunto.

-Solo hay dos cafeterías en el pueblo, en la que está cerca de la plaza-

-Genial, nos vemos mañana-Le respondo con una sonrisa.

-Bueno, a las 2 de la tarde ¿Si?-

-Si, allí nos vemos.-

Después de la hora de descanso, entro nuevamente a clases, para luego irme a casa. El día pasa como es costumbre y ya es de noche.

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