ENTRE EL SOL Y LA LUNA - (KSJ - JHS)

Capitulo 21: Luna nueva

Cuando desperté ya era de noche, entraba un poco de luz de la ciudad por la ventana.

Me levanté y me puse una sudadera grande que tenía que casi me llegaba a las rodillas, y corrí un poco la cortina para que entre más luz.

Me quedé de pie junto a la ventana, pensaba que en ese momento me gustaría fumar un cigarrillo, aunque era irónico, ya que yo no fumaba, solo lo había probado una vez a mis quince años y no me había gustado en lo más mínimo, pero por alguna extraña razón en ese momento deseaba fumar.

Miré a Jin durmiendo, tenía cubierto su cuerpo hasta la cintura, así que me dediqué a observarlo para grabarlo en mi memoria como lo veía en ese momento, se veía tan hermoso. Su pálida piel resplandecía con la luz que entraba a la habitación, sus hombros fuertes con sus huesos bien marcados, al igual que sus clavículas.

Sus labios carnosos estaban entreabiertos, daban ganas de besarlos.

—Ven, vuelve a la cama conmigo —dijo apenas despertó, con la voz amodorrada y era lo que más me hubiese gustado hacer.

—Seokjin quiero que te vayas —le dije seria.

Me miró con incredulidad, pero mi mirada y mi actitud respaldaban mis palabras. Se sentó en la cama. Su cabello alborotado, sus ojos bien abiertos, me miraba sin poder procesar lo que yo le decía.

—¿Por qué no quieres que hablemos? Déjame explicarte lo...

—¡Basta! Ya te dije que no quiero escucharte, solo quiero que te vayas.

Se levantó apurado, se veía molesto. Empezó a vestirse, sin apuro, pensativo y dudoso.

Cuando terminó de vestirse me miró, veía sentimientos mezclados, enojo, incredulidad, frustración, miedo.

—¿Estás segura de que quieres que me vaya? —asentí—. Bien, mañana cuando estés de mejor humor hablaremos.

—Ni mañana ni nunca, esto se terminó.

Vi su cara transformarse, sus ojos se pusieron vidriosos y mi corazón se estrujó en ese momento.

—¿Por qué? ¿No crees que estás exagerando?

—Porque es lo mejor, esto ya no tiene sentido.

—Pero no me dejas que te explique —tomo mis manos entre las suyas, como suplicando.

—¿Qué caso tiene? No se solucionará nada por más que lo hagas. Igual te irás.

—Puedo quedarme si quieres...

—No Jin, no puedes.

Me miró con tristeza, él sabía que yo tenía razón, que no podía hacerlo, su padre no lo permitiría.

—Podríamos...

—Por favor solo vete —no tenía sentido alargar más la tortura, ni postergar lo que sucedería de todas formas.

Me miraba sin dar crédito a lo que estaba pasando, y a decir verdad a mí también me costaba creer que estaba terminando con él. Hizo el amague de acercarse a mí, pero lo detuve levantando mi mano con la palma hacia él.

No quería flaquear y sabía que si volvía a tomarme en sus brazos no podría hacerlo.

—Está bien, si decides que quieres hablar, luego me avisas —tomó su abrigo y se marchó.

Otra vez me sentía cayendo al vacío.

Sabía que había salido adelante antes y que saldría otra vez, pero en ese momento el dolor era tan profundo que me costaba creerlo.