Capitulo 9: Tornado

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Hana me convenció de volver a la facultad. Si era por mí me hubiese tomado algunos días más, pero ella tenía razón, yo debía salir del encierro y no podía tirar mis estudios por mi primera desilusión amorosa.

Cuando estábamos llegando al salón vi a Jin como siempre rodeado de polillas, me alejé en la dirección contraria porque no quería hablar con él, pero al verme vino casi corriendo.

—Hola Shunny ¿Cómo has estado? Me tenías preocupado.

—Estoy bien, pero estoy muy molesta contigo. Así que por favor aléjate de mí. —Me miró sorprendido y parpadeó varias veces, tratando de asimilar lo que le había dicho.

—Pero yo no hice nada.

—Lo sé, pero aunque sé que no fue tu culpa, estoy muy enojada con toda la situación. Así que por favor no me hables, ya se me pasará.

No dijo nada, solo asintió y se lo notaba confundido. Se quedó parado mirándome y yo me alejé de él.

Los días siguientes, si nos cruzábamos en algún pasillo, en la clase o la cafetería, él solo inclinaba la cabeza a modo de saludo, y me regalaba una leve sonrisa.

Yo solo respondía inclinando la cabeza, la sonrisa no me salía.

Y así pasaron un par de semanas.

Cuando estaba sola en casa, las noches se me hacían eternas. Trataba de entretenerme estudiando, pero a veces, como esa noche de viernes, me vencía la tristeza y me quedaba tirada en la cama llorando hasta dormirme.

Me desperté de golpe al sentir el ruido de la puerta cerrándose fuerte, recordé que Hobi seguía teniendo las llaves de mi departamento. Miré el reloj, eran las cuatro de la madrugada. Salté de la cama, sin preocuparme en como lucía.

Encendí la luz, y allí estaba él. Lo vi más delgado y un poco demacrado, me di cuenta que estaba ebrio.

Nos miramos en silencio por unos segundos que parecieron una eternidad.

—¿Qué estás haciendo acá?

—Necesitaba verte —dijo arrastrando un poco las palabras por el alcohol.

—Ok. Ya me viste, ahora te voy a pedir que me des las llaves y te marches —y extendí mi mano con la palma hacia arriba para que me las entregue.

Se acercó tambaleándose un poco, con la llave sujeta entre el índice y el pulgar, y estiró su brazo para que yo la tome. Cuando iba a hacerlo la soltó dejándola caer, me tomó rápido de la muñeca atrayéndome hacia él. Rodeó mi cintura con sus brazos, yo quedé atrapada con mis manos apoyadas en su pecho, podía sentir la agitación de su corazón y su aliento a alcohol.

Estaba paralizada, no me salían palabras y no podía moverme; por suerte él me tenía fuertemente agarrada, sino creo que hubiese caído porque mis piernas flaqueaban.

Sin decir nada me besó.

¡Cuánto extrañaba sus besos! Una parte de mí quedó rendida y lo único que quería era que dure por siempre, pero mi parte racional se ve que estaba más despierta en ese momento, así que haciendo fuerza contra su pecho me alejé.

—¡Apestas a alcohol, por favor vete!

—Antes eso no te molestaba, ahora como te juntas con el señorito...— al decir eso pareció darse cuenta que Jin podría estar en mi habitación.

Me miró interrogante, parecía que se le había pasado la borrachera de repente. Miró en dirección de la habitación y luego volvió a mirarme con esa mirada de indignación y de furia, la misma con la que me miró aquel día.

ENTRE EL SOL Y LA LUNA - (KSJ - JHS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora