Capitulo 11: Eclipse de Sol

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Y llegaron los exámenes, fueron un par de semanas extenuantes, entre estudios y trabajos prácticos a presentar.

Ese día, luego de dar el último final que nos quedaba, decidimos ir a tomar algo para festejar, Hana estaba teniendo una especie de relación con el primo de Seokjin así que fuimos los cuatro. Luego del corto festejo, la nueva pareja decidió marcharse para tener otro festejo en solitario.

Jin me propuso ir a su casa a cenar, era viernes y su padre no volvería hasta el domingo, él cocinaría para mí y podríamos ver alguna peli juntos.

Antes de ir a su casa pasamos por un mercado a buscar lo que faltaba y comprar algunos extras, como golosinas, snacks y helado.

Me encantaba ver a Jin cocinando, se desenvolvía con naturalidad, era calmado y se notaba que le gustaba hacerlo porque parecía disfrutar el proceso.

Me senté en la mesada, cerca de donde él estaba picando la verdura en una tabla, robé un bastoncito de zanahoria y empecé a masticarla cuando él vino y robó la mitad de mi boca.

—Deja de robarme los ingredientes, —anteriormente le había robado un tallo de apio— y no te llenes antes de que esté lista la comida.

Haciendo caso omiso tomé otro bastoncito de zanahoria.

Dejó el cuchillo sobre la tabla con aparente enojo y se paró enfrente de mí.

—¡Se acabó, no cocino más! Cómete toda la verdura cruda si quieres —y agarró un bastoncito de zanahoria y empezó a comerlo él también.

Lo atraje hacia mí tomándolo del delantal que se había puesto para proteger su ropa, él quedó apoyado en la mesada, en medio de mis piernas; y le robé la mitad de la zanahoria de su boca.

Él me abrazó por la cintura y me dio dos besos suaves, uno en cada mejilla, luego empezó a dejarme besos cortos en el cuello encendiendo cada fibra de mi cuerpo, finalmente llegó a mi boca y me dio un largo y profundo beso.

Yo enredé mis manos en su cabello para profundizar ese beso, no quería separarme de su boca, me había vuelto adicta a sus labios.

Retrocedió apartándose, se quitó el delantal que dejó a un lado, y me extendió su mano invitándome a bajar de la mesada.

Lo hice, sin soltarme la mano caminó en dirección de la escalera, yo lo seguía sin resistencia. Cuando empezamos a subir sabía cuál era el destino.

Para quitarme un poco los nervios del momento, pregunté:

—¿Y la cena? ¿Vas a dejarme morir de hambre?

—Luego cenamos.

—¿Luego de qué? —no respondió, solo me miró y me sonrió con picardía.

Yo conocía la respuesta, y por eso estaba cada vez más nerviosa a medida que subíamos. Sabía que ese día llegaría, y yo quería que llegue, sin embargo, no contaba con ponerme tan nerviosa.

Obviamente, no era mi primera vez, pero se sentía como si lo fuera.

Sería mi primera vez con Jin, y mi única experiencia previa había sido con Hoseok; en cambio, él había estado con bastantes chicas, por lo que seguían aumentando mis nervios.

Llegamos a su cuarto.

Me tomó de la cintura y empezó a besarme, suave, con besos largos. Bajó por mi cuello y también besó mis hombros. Tomó mi suéter y me lo quitó haciéndome levantar los brazos, lo dejó caer al piso y se sacó su camisa por la cabeza, solo desprendiendo un par de botones, y también la dejó caer. Su torso estaba tan bien formado, sus hombros eran anchos y a pesar de no tener unos abdominales muy marcados, se veía atlético y no había grasa de más.

ENTRE EL SOL Y LA LUNA - (KSJ - JHS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora