C A P I T U L O 56

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ATENEA

Mi corazón late con fuerza mientras subo las escaleras, escucho la puerta cerrarse y supe que había sido uno de los de seguridad.

Entro a mi habitación y me recuesto en la cama poniendo de inmediato mi mano en mi vientre. Era algo que estaba acostumbrándome a hacer inconscientemente.

La conversación con Maxim y Alexei sin duda me alteró. Ver sus rostros llenos de dolor y algo de decepción me hace pensar que quizás les estoy ilusionando de alguna forma.

Por dios, llegué en la mañana y lo primero que hice fue besarlos, fue algo natural. Sentí el deseo y lo hice sin dudar.

No quiero darles falsas esperanzas porque, aunque las cosas estén mal por ahora, quiero a Paul.

Ni siquiera sé cómo explicar lo que siento con él.

Paul es alguien tan puro, tan sano. Con él no tengo que preocuparme si me dará una puñalada por la espalda porque me vio en mi peor momento y no me abandonó, de hecho, se enamoró de mí.

No tengo que preocuparme de que algún enemigo suyo nos ataque porque es un simple médico que me ama.

Así de sencillo.

No tiene un drama familiar y sin duda no tiene problemas sobre él.

Todo lo contrario, a Maxim y Alexei. Su familia es algo dramática y exagerada. Tienen a cientos de enemigos respirándoles en la nuca.

Pero, sobre todo, ya no tengo la confianza que tenía en ellos. Simplemente me pueden estar diciendo que me aman, pero algo en mi me hará dudar de sus palabras.

Después de lo que me hicieron era inevitable que quedara una marca, una cicatriz.

Puedo entender perfectamente que ellos quieran a su hijo o hija, pero de ahí a tener una relacion nosotros, es imposible.

Ni por nada del mundo dejaría a Paul. Aunque siento que de alguna forma le fui infiel. Me besé con los dos Sokolov y además estoy casada con ellos.

Y aunque es un simple papel, eso no me hace menos mentirosa porque yo nunca le dije a Paul nada de mi relación con ellos. Y eso me duele porque Paul es un ángel caído del cielo junto con Lía.

Me arrepiento enormemente de haberlo casi echado de la casa, pero necesitaba estar sola para pensar y que mi cuerpo tomara una decisión. Y la tomé.

Paul es un hombre maravilloso.

Maxim y Alexei son hombres maravillosos, sí, pero para otra persona. Quizás encuentren a alguien que los quiera como yo lo hice en su momento, pero....

La sola idea de verlos con alguien más me hace tener arcadas, y no por el embarazo. Simplemente no sería capaz de verlos rehacer su vida.

Ahora entiendo por qué para ellos es difícil verme estar con Paul. Pero siento que ellos se merecen algo más.

Quizás son las hormonas hablando por mi o me rencor hacia ellos....

La puerta es tocada y me saca de mis pensamientos. Parpadeo enfocando las cosas y me levanto a abrir.

—¿Sí?

—Señora Sokolov, necesitamos saber si saldrá en lo que resta de la tarde. —me dice uno de los hombres de Maxim.

Hasta en eso se sigue preocupando....

Trago saliva y miro el reloj. 8:50.

—No, me quedaré en la casa. Pero hay posibilidades de que venga Dimitri Lombardi, mi hermano. —aviso porque más temprano recibí un mensaje de él.

Amor Entre Mafias |+18|Where stories live. Discover now