Capítulo 55:El gran truco.

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Soy Ren, hace algunos años decidí salir a explorar el mundo y ver todo con mis propio ojos.

Desde que salí de Babylon eh traído una espada que mide 1.5 metros de alturas flotando tras mi espalda, esa espada nació de la escama que me regaló mi padre, si vería este no lo haría sin el hombre que lo haría posible.

Lo primero que hice fué pedirle a Sarion una armadura y dinero... Ya que papá me cortaría la manos si descubriera que toqué su dinero en cosas que podría hacer con mis manos... No es un tacaño, pero aveces es un bicho raro... Mamá Lilith si estás escuchando debes entender que es verdad.

-En algún lugar-

Una joven mujer de pelo, con brillos verdes oscuros asintió con una sonrisa.

-Volviendo con Ren-

Lo que me extraña de todo esto es que Sarion solo me dijo que se tardaría un poco en conseguir una armadura aceptable... Pero ya llevo una semana esperando, no sé qué tanto se pueda tardar.

Después de un rato fuí a comer y allí en el comedor de la casa de Sarion estaban unas quince persona y en extremo más lejano de la mesa un joven que parecía una versión de quince años de mi padre y sin cuernos... Era Sarion en su forma humana, hace algún tiempo para poder jugar con Aron desarrolló esa magia extraña...

Con su sonrisa perfecta y colmillos sobresaliente me recordó a la la cara que papá siempre tenía cuando nos veía...

Sarion - Tema, busca a un asistente médico competente y envíalo a la capital de Granel, hace un tiempo el tío dijo que necesitaban alguien que enseñara medicina tradicional a la gente.-

Tema - Entendido.-

Sarion - Travis, organiza a la tribu de los lobos grises, que dejen de lado su racismo a las razas más débiles o si no serán expulsados y si no obedecen sufrirán el mismo destino que las Vides.-

Travis - Si señor.-

Y así siguió durante unos minutos.

Ren - Es raro que estés tan ocupado, normalmente se lo encargas a esos pobres sujetos para que lo resuelvan ellos mientras tú te diviertes jugando con Aron.-

Sarion - Falacias... Ya conseguí la armadura que querías, es raro que alguien como tú me pidiera algo simple... Creí que irías a los grande como-.

Ren - Solo el podría ir realmente a lo grande... ¿Enserio crees que podemos usar reliquias?.-

Sarion - Claro que sí, yo ya lo intenté y aunque me costó mucho trabajo usar ese martillo de mierda lo logré y te hice la espada y el báculo de Karin... Me debes eso, casi pierdo un brazo.-

Ren - Mamá Kleo podría darte una prótesis de ser así... Además por tu sangre corre la suya, por la mía no...-

Sarion - ¿Y qué? ¿Acaso no eres su hijo? ¿Acaso el te enseñó a seguir el camino fácil?.-

Ren - Claro... Lo dices cómo si fuese tan fácil... El solo con simple puño le ganó al gran héroe de este contine y tiene años desaparecido.-

Sarion - ¡Hump! Yo estaba allí ese día... Ese pequeño inútil no sería más que un pobre muñeco de recibir golpes si lucharas con el.-

Ren - Además... ¡Sabes lo que pesan esas mierdas!.-

Sarion - ¡Lo sé, según entendí la ropa que usaba pesaba más que una montaña y la movía tan fácilmente!.-

Ren - ¡Intenté mover lo que según mis madres era lo más ligero y solo obtuve que una pequeña pluma pesara cuarto toneladas!.-

Sarion - ¡Oh Ho Ho no te quejes! ¡¿Acaso sabes cuándo pesaba ese martillo de los huevos!?...-

Después de unos minutos discutiendo cosas absurdas una joven elfa apareció de la nada.

Karin - Saben, papá estaría muy decepcionado de ustedes dos.- Cuando ambos iban a descargar su basura verbal a la joven vieron una espada... Una espada con un brillo plateado... Sabían lo que era y ella lo estaba moviendo tan fácilmente.

Karin - ¿Que? ¿Acaso ustedes no pueden hacer esto?.-

Ren/Sarion - ¡¿Cómo lo hiciste!?.-

Karin - Solo se lo pedí a papá y me enseñó el truco jajaja, ¿se los digo?.-

Ren/Sarion - ¡Claro que sí!.-

Karin - Pues el tru-

Justo ante de comenzar a hablar una jovencita que no aparentaba más de veinte años apareció en su espalda, seguidamente tomó su hombro y volteó a ver quién la había interrumpido.

Cuando vio las orejas de panda y supo de quién se trataba.

Hanami - Yo creo que Rio te lo enseñó porque estabas en desventaja contra estos dos... No para que lo repartieras como dulces, que ellos lo descubran.-

Y desapareció junto a Karin...

Ren - Mamá es cruel...-

Sarion - Efectivamente...-

Ren - Y... Bueno, ¿Mi armadura?.-

Sarion - Ah, tiene unos días lista.-

Ren - ¿Por qué me lo dices ahora?.-

Sarion - Bueno, es que como no habías venido a verme creí que te había gustado alguna chica de la ciudad y andabas de caliente por allí.-

Ren - ¿Como crees?.-

Sarion - Tamiat me dijo que andabas balbuceando cosas sobre lo buena que está o de como no te molestaría tener la cola de una linda dragona azul a tu alrededor.-

Ren - Espera... ¿Tamiat me escuchó?.-

Sarion - No puedes esperar que algo se le pase a esa dragona... Y olvida eso de la cola de las dragonas, solo tu padre puede sobrevivir a eso y aún así no podría escapar.-

Ren - Punto para ti.-

Después de eso me llevó a un almacén, allí estaba una armadura... No era lo que llamaría casual pero tampoco era lo más impresionante que eh visto, además contrasta con la gran espada negra en mi espalda.

 No era lo que llamaría casual pero tampoco era lo más impresionante que eh visto, además contrasta con la gran espada negra en mi espalda

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Sarion - Pontela, debería ajustarse.-

Al colocaremos se adelgazó un poco y aún así no obstruía mi movilidad.

Ren - Con esto tengo todos, nos vemos en unos años... Me avisas si Aron o Karin hacen algo raro.-

Sarion - No hace falta que lo digas.-

El nacimiento del emperador dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora