Sola #1 [✓]

Capítulo 25

El resto de la semana me la paso llegando tarde a clases, algunos profesores me dejan pasar, entre ellos Mathenson.

—Hola, Alex —dice en voz baja golpeando con sus dedos la superficie de mi pupitre. Le sonrío como respuesta alzando mi rostro el cual estaba hundido en mis brazos, tengo algo de sueño—. Es su turno, pasen por favor.

Es otra revisión, la última antes de la entrega. Samuel se pone a mi lado y le ofrece su USB a Mathenson, pero antes de que la tome le doy la mía. 

No hemos trabajado mucho más allá de lo que le mostramos la última vez y él iba a arriesgarse a mostrárselo. En cambio, trabajé por mi cuenta y hay un gran progreso en mi USB.

Mathenson coloca el dispositivo en su laptop, sus iris marrón se mueven de un lado a otro mientras lee y analiza el contenido del documento. Al llegar a la última hoja sus labios forman una sonrisa. En todo este tiempo no he mirado a Samuel, quien seguramente está intentando procesar el nuevo contenido.

—Está excelente, buen trabajo. Recuerden las referencias y si no estoy mal les falta el último tema solamente.

Yo asiento y Mathenson me regresa el pequeño dispositivo lila. Regreso a mi pupitre y vuelvo a la posición de antes, enterrar mi cabeza en mis brazos ignorando a todos.

—Estás evitándome.

Alzo la mirada a la suya, encontrándome con sus iris verdes en el pupitre de delante, porque Mia se levantó para mostrarle su avance a Mathenson.

—¿Por qué lo dices? —musito. Su mirada baja fugazmente a mis labios, los cuales estoy mordiendo. Siempre lo hago inconscientemente.

—Dijiste que no tenías tiempo para trabajar pero en realidad solo me excluiste del trabajo —continúa volviendo a conectar nuestras miradas—. ¿Es algo que dije o hice?

—No tiene que ver contigo —murmuro.

—¿Te hice sentir incómoda de alguna manera? O quizá soy muy molesto o malo para trabajar en equipo...

—¡No eres tú el problema! —alzo un poco la voz haciendo que algunas miradas se dirijan a nosotros. Agacho la cabeza y me centro en el barniz desgastado de mis uñas—. ¿Podemos hablar luego de esto?

Samuel no dice nada más, aprieta los labios con un toque de enfado y se levanta para regresar a su sitio.

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—¿Y qué tal?

—Dijo que estaba bien.

Mia asiente y se apoya en el casillero de al lado. Sus ojos me examinan en silencio.

—¿Quieres hacer algo hoy? Podemos cocinar, he visto un par de recetas más en Youtube, hay una de un pie...

—No puedo hoy —la interrumpo con suavidad. Cierro la puerta de mi casillero y siento un pinchazo en el corazón, el cual ignoro completamente—. Tengo que seguir con el proyecto.

Una pequeña sonrisa vuelve a sus labios.

—Oh, sí, claro. Está bien. ¿Quieres que te lleve?

—Estoy bien —aseguro.

Angie llega a nuestro lado y planta un corto beso en los labios de Mia.

—Carter —dice en tono dulce a modo de saludo.

Hago un gesto con la cabeza y veo a Samuel acercarse.

—Hey.

Los tres comienzan a hablar, parece que son amigos desde hace año, los tres sonríen, asienten, y ríen abiertamente. Sigo siendo una espectadora de mi vida.