Capítulo 3

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—Loca —murmura alguien en el pasillo, seguido de algunas risas por lo bajo. 

Aunque estamos a punto de entrar a universidad y se supone que todos tendríamos que actuar más maduros y mierdas así, las personas de aquí siguen llamando «loca» a alguien que fue a terapia y estuvo internada debido a su depresión. No muy maduro, ¿cierto? 

Camino por el pasillo pasando frente a su casillero, aún no ha sido ocupado por nadie. Puedo distinguir un poco de dolor en todas las emociones que me trae estar aquí. Pero decido tragarme todas ellas como lo he hecho alrededor de...toda mi vida básicamente. 

—Hola. —Mia posa su mano en mi hombro y me sonríe ampliamente—. ¿Qué tal la fiesta? 

—Bien, les hiciste falta. 

Me sonríe fingiendo arrogancia y hace una pequeña reverencia. 

Ella es mi mejor amiga desde secundaría. ¿Alguna vez han pensado en a quién extrañarían si se van para siempre? Pues yo la extrañaría a ella. Siempre está sonriendo, como si la vida fuera algo para disfrutarse. Siento que el aura que ella emana es hermosa, brillante, libre.

Le devuelvo la sonrisa y ambas caminamos hasta la primer clase. Después de un par de minutos el salón comienza a llenarse, algunas miradas de los estudiantes que van llegando se posan en mi, siguen viéndome como si fuera un alien o algo así. No es de sorprenderse, soy la niña depresiva con el novio muerto. 

El profesor Mathenson entra dejando su portafolio y algunos papeles en el escritorio. Se acerca hasta mi pupitre y me sonríe. 

—Hola, Alex. ¿Cómo estamos el día de hoy? 

Mathenson ha sido el único profesor en este lugar que se ha preocupado por mi. Y no una preocupación fingida como lo ha hecho la directora, sino una sincera. Una real. He podido confiarle ciertas cosas que ni siquiera a mis padres les he dicho. 

—Diría que bien, ¿y usted?

Mathenson hace un gesto con la mano, indicando que «todo bien» y se aleja para cerrar la puerta del aula. 

—Bien, como ya había mencionado este último mes trabajaremos en la entrega final. Determiné que será entregado en parejas y no se preocupen, ya decidí yo quien será su compañero. —Mathenson nos sonríe ampliamente victorioso a todos y se acerca a su escritorio para tomar una hoja. Vuelve al centro y comienza a indicar las parejas. 

No es que me agrade mucho la idea, porque el simple acto de socializar me causa estrés. 

—Señorita Brooks con la señorita Connor. —El profesor raya con su pluma la hoja. Su mirada se posa en mi y vuelve a hablar—. Carter con García.

Su mirada me pregunta «¿Estás bien con eso?» 
Asiento lentamente y Mathenson vuelve a rayar algo en su lista.

                                                                                               ⋆ ˚。⋆ ˚。⋆

Al finalizar las clases voy con Mia hasta la cafetería, suele ser nuestra rutina. Aguantar las horas de clase para después comer muy a gusto con la compañía dela otra. Ambas nos sentamos en una mesa, una frente a la otra. Mia me mira con sus ojos miel, directamente, hasta me pone un poco nerviosa. 

—¿Qué? —pregunto con una pequeña sonrisa. 

—¿Estarás bien sin mi? —bromea alzando una ceja. 

—Supongo que sí. —Me encojo de hombros. 

La verdad es que no he pensado mucho en lo del proyecto, cuando llegue el momento es cuando ya me permitiré preocuparme. 

Sola #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora