Prólogo

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-¿Cómo estás?

La doctora Ramírez me mira directamente mientras sonríe apretando los labios, sus manos están relajadas sobre su regazo en aquella libreta donde seguramente tiene escrita cada parte de mi vida, o al menos de lo que le he contado de ella.

Observo su cabello castaño y largo sin contestar.

¿Cómo es que sigue aguantándome?

Oh, es cierto, mis padres le pagan para que hable conmigo e intente mejorarme teniendo en cuenta toda la mierda en la que estoy sumergida. Que según mi madre no es para tanto. Perder a mi novio por una sobredosis accidental, el constante abuso físico de mi madre, que mi padre no haga nada al respecto y que las personas de la escuela sigan llamándome «loca» por haber estado internada debido a un intento de suicidio no es nada.

Suspiro y me dispongo a hablar porque si no lo hago acabaré llorando en silencio como acostumbro.

-¿Cómo se supone que debe de sentirse alguien que perdió a la persona que ama? -Comienzo a sentir una oleada de enojo y aprieto mi mandíbula. Ella no dice nada así que sigo-. Mucha gente dice que no es para tanto, que a mi edad el amor solo es pasajero y no tiene tanta importancia. Pero si es así, ¿entonces por qué sigo sintiéndome como ahora? ¿Por qué la sensación de pesar sigue en mi pecho y me acompaña todos los días que me levanto de la puta cama? Si no tiene importancia, ¿por qué duele tanto?

Sola #1 [✓]Where stories live. Discover now