Capítulo 13

88 9 4
                                    

Al despertar el día siguiente la cabeza me dolía ligeramente. Después de tomarme una aspirina leí un par de veces más el mensaje de Samuel, quizá hasta que lo creyera.

Era temprano y ya me sentía decaída, ¿la razón? A veces ni yo llego a saberla, solo me siento así. Entonces hago lo de siempre, tomo la correa lila y automáticamente ella aparece emocionada, girando en círculos y esperando a que se la ponga. Me siento en el suelo a su lado, ella ladea la cabeza mientras me mira y yo la rodeo con mis brazos, a ella y a sus tantos kilos de pelo. Acaricio su rostro peludo y le doy un par de mimos antes de abrir la puerta.

Durante el camino al parque el sol comienza a salir y golpear con más intensidad, dejando a un lado aquel ligero frío de las mañanas. Al llegar me siento en la banca de siempre, Lila comienza a jugar cerca de mí con la pelota que le lanzo, su nariz acaricia el césped y después se tumba en él para rodar y restregarse como gusano. 

Abrazo mis piernas y alzo la mirada, el cielo luce tan brillante y lindo haciendo parecer que es un buen día, pero no se siente como tal, no lo siento así. Odio que los bajones vengan más seguido.

Lila sube las patas delanteras en mi regazo, hasta parece que se la pasa sonriendo por lo feliz que es. Me siento en el césped y la acaricio, paso mis manos por todo su pelaje y ella se restriega junto a mí.

—No sé qué haría sin ti —musito. 

Paso mis brazos alrededor suyo y nos quedamos así hasta que se harta de mi y vuelve a jugar con su pelota. 

                                                                                          ⋆ ˚。⋆ ˚。⋆

—¡Si! —exclamo cubriendo mi boca. Jake se me queda mirando raro así que le muestro la pantalla de mi celular—. Adaptaran uno de mis libros favoritos a película.

El rubio pinta una sonrisa. Y yo tomo su mano y la muevo con emoción.

Ayer estaba mal, hoy ya no tanto, son los cambios que suelo tener en muy poco tiempo, ni yo me entiendo.

—¿Qué? —pregunta mamá desde atrás, en la cocina.

Me levanto dando leves brinquitos hacia ella, está partiendo en pedazos pequeños una cebolla y ni siquiera está llorando, así de roca es mi madre. Le muestro la pantalla de mi celular con emoción, sus iris verdes claro brillan por esta, sus ojos se mueven leyendo el texto.

—Ah...

Sonrío ampliamente y me siento enfrente suya, en uno de los banquitos de la barra.

—Es sobre una chica a la que le gusta un chico, pero entonces llega tarde a clase y se encuentra...

No sigo hablando porque me doy cuenta del poco interés que mamá está teniendo en esta conversación, aunque supongo que yo estoy hablando sola. Mi sonrisa se desvanece lentamente y mamá alza la mirada a mí.

—¿Terminaste? Necesito que vayas por algo al supermercado —indica con su tono cortante y frío. 

Esa pequeña emoción en mi pecho se apaga para ser lo de siempre: un vacío.

Intento ocultar la decepción pero ni siquiera tendría que intentarlo, la vista de mamá no está en mi y aunque lo estuviera no lo notaría.

—Sabes que no voy al supermercado —musito levantándome. 

                                                                                          ⋆ ˚。⋆ ˚。⋆

—Hey

—Hola, pecas.

Samuel me sonríe jocoso, sabe la pequeña molestia que ese apodo me causa. Le lanzo el paquete de galletas y este cae en su regazo. Me meto en el vehículo sentándome a su lado y dejando la mochila en mis pies.

Sola #1 [✓]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum