Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)

Extra: Cumpleaños de Derín

Este extra se sitúa a los tres meses del final de la segunda parte.

23 marzo

Derín

La luz entrando por la ventana de mi habitación me hace gruñir. No quiero levantarme de la cama. Hace tan solo unas horas atrás que pude dormirme. Axel se desocupo muy tarde de su trabajo, casi pasada la medianoche el vino por mí a nuestra casa para después llevarme a un elegantísimo restaurante.

Una velada muy linda solo para dos. El restaurante se encontraba vacío cuando llegamos. Después mi querido esposo me explico que la persona dueña del restaurante era una de las dos hermanas de Benicio, el esposo de Becca.

La variedad y cantidad de comidas, postres y bebidas fueron un deleite para el paladar de ambos. Me mi vida había comido un festín como el de la noche anterior, aunque todas las mismas calorías las termine quemando a nuestro regreso.

Con el cerrar de la puerta de nuestra habitación la apasionada noche dio comienzo. Nuestras prendas salieron volando dándole paso a la desnudes. Las caricias intimas por parte de ambos elevaban la temperatura. Los besos esparcidos en el cuerpo del otro.

Descontrolados, apasionados, cariñosos son formas en las que nos convertimos con el transcurso de la madrugada.

—¡Feliz cumpleaños! —gruño en respuesta. —Es momento que salgas de esa cama. —besa mi frente antes de sentarse en la misma cama al lado mío.

—Es posible que pueda quedarme en esta cama todo el día —pregunto juguetona a mi esposo. —No puedo moverme ni un poco.

—Es acaso una queja —pregunta mi esposo entrelazando sus dedos con los míos. —Hace tan solo unas horas atrás no escuchaba nada de esto saliendo de sus labios.

Sus dedos trazan mis labios.

—Pues claro que no había queja alguna si tenías mi boca ocupada contigo —respondo con el mismo tono juguetón.

Guiña con coquetería.

—A mí también me encantaría quedarme contigo en la cama todo el día, pero hay dos personitas que quieren que su madre los vaya a buscar, además, todos nuestros amigos y familia ya se encuentran aquí.

Besa mi frente antes de levantarse de la cama.

Tomo su mano impidiendo que lo haga. Aparto las sabanas de mi cuerpo al momento que me levanto y sin decir palabra alguna, pego mis labios a los suyos.

Sus manos llegan a mi trasero donde lo aprieta enterrando sus dedos que dejaran una marca roja después de que los quite. Chupetea mi cuello, enredo mis dedos entre su cabello. Sus labios ahora bajan a mi clavícula donde sigue besando. Mis ojos no pierden de vista cada uno de los movimientos desesperados que siento de mi esposo.

—No se supone que estabas cansada y que no podías moverte —susurra contra mi piel. —Las quejas se deben ejecutar al momento de la acción no después.

—¡Cállate! —gruño dejándome ir con los placenteros movimientos provocados por mi esposo.

Quita las manos de mi trasero después de dejarme pegada a la pared con mis piernas envueltas a su cadera. Los labios llegan a una de sus partes favoritas en todo mi cuerpo.

Mis pezones erguidos lo saludan con entusiasmo al momento que su aliento los roza. Su lengua endureciéndolos con ímpetu, sus dedos llegando a mi entrepierna, adentrándose en mi clítoris.

Un par de golpes en la puerta nos frenan un par de segundos, pero como Axel siempre ha sido un descarado no le importa y sigue mimando a mis pezones intercalándolos con sus manos.