🎄Capítulo 5🎄

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Derine

04 diciembre

Regreso a mi casa con las lágrimas nublándome la vista, pero verlo removió una parte de mi corazón. Sigue siendo el hombre que amo, separarnos por años no sirvió de nada ya que aún seguía teniéndolo presente.

Verlo con Dafne me regresa a los días que convivimos los tres juntos o con su familia. Las noches donde dormíamos abrazados o cuando Dafne invadía la cama a mitad de la noche metiéndose entre su padre y yo queriendo que solo la abrazara a ella y que Axel no me tocara. Me reclamaba como suya. O las ocasiones donde llego a llamarme mamá con permiso mío y sin el conocimiento de su familia.

Las mañanas jugando con ella se iban tan rápido que no queríamos que se hiciera noche para seguir pasando momentos juntos.

Después de salir corriendo de la casa con ayuda de André me puse a desempacar las cosas de mi maleta. Sacando mis cosas encontré el juego de aretes y collar que me regalaron ambos, pero no fue lo único que encontré entre mis pertenecías pues en esta se encontraba una chaqueta de Axel junto a una playera suya cosas que él me presto cuando pasamos la noche en su departamento.

Aun las conservo conmigo. Cuando me fui a Italia las llevé conmigo para tener algo de él, aunque ya llevaba algo más de él que crecía sin parar en mi vientre.

Entro a la casa, subiendo hasta mi habitación. Me voy hasta el armario y de mi maleta saco la prenda dejándola en mi cama para cambiarla por la que uso.

Me meto a la cama sin siquiera esperar a que regrese Sylvie con Alper. Salí corriendo del restaurante que ni siquiera pude tomar a mi bebé o pronunciar palabra alguna pues su presencia me desconcertó y más que congeniara perfecto en la mesa con ellos. Hugo y el siguen siendo amigos y no esperaba que lo tratara como nada cuando a él lo conocido primero, pero me desubico que Selene estuviera tan tranquila en esa mesa sabiendo toda mi historia con él.

Además, Mara conversaba con Sylvie como si nada, parecía que se conocían desde hace años.

Recibo un mensaje de Sylvie preguntándome si estoy bien. Doy una breve respuesta diciéndole que se quede a cenar cuando me pregunta si quiere que regrese conmigo. En estos momentos lo único que quiero es llorar, mañana será otro día y seguramente Axel no me dejará en paz hasta que obtenga una respuesta por parte mía.

Son muchas cosas las que me abruman, que mi cerebro se desconecta del mundo exterior. El cansancio se hace presente provocando que ojos se empiecen a cerrar por si solos y no me doy cuenta que dormí hasta que despierto al día siguiente con el llanto de mi bebé quien ya se encuentra en su cuna.

Lo tomo en brazos para alimentarlo. Regreso a la cama.

Mi pequeño es un bebé que aun exige muchas cosas de mí y no puedo derrumbarme por nada. Él me hirió de una forma espantosa al no querer hablar conmigo cuando lo fui a buscar antes de irme a Italia.

Tenía la leve esperanza de que si hablaba con él las cosas se arreglarían y podríamos estar juntos, pero se desmorono cuando quise hablar y no fui recibida por él.

Tocan la puerta de la habitación.

—Derín, ¿estás ahí? —pregunta Sylvie.

—Pasa.

Sylvie entra a la habitación.

—¿Cómo estás? ¿Por qué saliste corriendo del restaurante? En la noche cuando llegue con Alper y Frank te encontramos dormida y no quisimos despertarte —se sienta en uno de los sofás que se encuentran en la habitación.

—Me comencé a sentir mal de un momento a otro —miento.

—Hugo y Selene se fueron enseguida que Axel te siguiera.

Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora