🎄Capítulo 16🎄

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Narrador Omnisciente

15 diciembre

El día a comenzado siendo una locura paran cada uno de los miembros de la familia Luna. Para la pequeña rubia de ojos azules quien despierta en su habitación y no en la de su padre como lo venía haciendo en días anteriores.

Sale de la cama y corre a la habitación de su padre. Toca un par de veces y la puerta es abierta por la mujer castaña quien se sorprende al verla ahí parada.

Y no es para más que la sorprenda ya que instantes atrás antes de abrir esa puerta, ella se encontraba con el padre de la niña en una situación muy intensa.

La pareja despertó alrededor de una hora atrás. Se encontraban en la misma posición en la que se encontraban antes de dormir. La castaña de ojos azules seguía recostada en el pecho del castaño quien aún no despertaba y ella admiraba como dormía plácidamente.

La curiosidad surgió en ella y comenzó a plantar efímeros y delicados besos en el pecho desnudo de él. Ya cuando el castaño abrió los ojos por fin, no fue nada sutil con la chica, la abrazo para tenerla más cerca de él y hacerle un par de travesuras con las manos.

Él se recargo en el cabecero de la cama mientras sentaba a la chica en su entrepierna.

—¿Qué tal dormiste? —pregunto el recorriendo las piernas desnudas de ella.

—Nada mal para tener un casi pervertido a mi lado —respondió ella con una sonrisa en los labios.

Obviamente el hombre castaño se sintió algo ofendido de que lo llamara de esa forma.

—No te hagas la de memoria selectiva que tú también eres una pervertida —contesto subiendo sus manos por el castado de ella.

—Pero no soy tan descarada como tú —responde ella moviendo sus caderas para acomodarse mejor en la entrepierna del castaño.

Movimiento que él no pasa desapercibido, su miembro también se emociona con el movimiento de la chica y comienza a despertarse con la vista que le regala la chica al tener los pezones erectos.

El castaño tiene un objetivo y es probar esos pechos que desde el día anterior lo tentaron y se quedó con las ganas de volver a probar. Recuerda su primera vez juntos y como ella la apretaba hacia ellos mientras lo montaba con tanto ímpetu. Su mano derecha va subiendo con lentitud, ya cuando sus dedos tocan el tirante amarillo del top que usa para dormir con la misma lentitud que uso para subir sus manos hasta aquella parte, ahora la usa para bajar el tirante. «Hubiera sido más fácil si solamente abría los botones del top» pero al parecer le gusta dificultarse la vida piensa la chica castaña que no deja de ver como el castaño se saborea con sus pechos, ella quería ayudarlo a quitarse el top, pero el castaño no le permitió que metiera mano.

Ella en venganza se comenzó a mover con más fuerza en la entrepierna de él que ya estaba más que lista para que su glande se hundiera de una estocada en ella. Su entrepierna tan bien pedía a gritos que hiciera cualquier loca, si Axel se atrevía a meter la mano dentro de sus shorts lo que encontraría sería una humedad impresionante que comenzó a surgir cuando dejaba los besos en su pecho y ella se imaginaba en varias situaciones candentes con él.

Axel con la lentitud que torturaba a Derín iba mostrando el inicio del pecho de ella, su boca se comenzaba a acercar a aquella parte de su anatomía, podía percibir el aroma que desprendía su pecho, el agua se le hacía agua mientras se iba acercando. Ya su rostro estaba enterrándose en el pecho de ella, el abría boca para morder el pezón erecto que lo venía torturando minutos atrás.

Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora