Déspues del Ragnarok

La promesa del Edén (2)

En los principios del Edén se encontraba el pequeño Adán nombrando a los animales del jardín en compañía del dios del inframundo.

Hades: ¿Qué nombre te gustaría para este pequeño?

Preguntó dulcemente la deidad mientras acariciaba el cabello del joven humano quien observaba detenidamente la criatura peluda, la lentitud del animal tenía impresionado a Adán quien quiso imitar sus movimientos.

La deidad sonrió ante la curiosidad innata del pequeño.

Adán: Se llamará oso.

Hades: ¿Estás seguro? Sería el tercer oso esta semana.

Comentó divertido el dios del inframundo, no comprendía la fascinación del humano por aquel nombre.

Hades: Recuerdas ya tenemos al oso, al oso panda y al oso hormiguero.

Adán: Todos tienen cara de oso, tienen ojos redondos, son peludos y muy adorables.

La deidad soltó una pequeña risita, sabia lo testarudo que podía llegar a ser el pequeño humano así que decidió no discutir acerca del nombre de la nueva criatura.

Adán: ¿Por qué se mueve tan lento? ¿Estará enfermo?

Preguntó preocupado el niño.

Hades: No te preocupes Adán, esta criatura se encuentra en perfecto estado. Simplemente la pereza predomina en su naturaleza.

Adán: ¿Qué significa pereza?

Hades: Es la negligencia al realizar ciertas actividades.

Adán: ¿Qué es negligencia?

Preguntó confuso el niño.

Hades: Se podría definir como una equivocación o falta de cuidado en las acciones.

Ante la expresión de perplejidad del niño, la deidad busco explicarlo de una forma más sencilla.

Hades: Se podría decir que la pereza es similar a la flojera.

El pequeño humano medito durante varios segundos las palabras de la deidad, en su mente comenzó a combinar las palabras dichas por su cuidador y la palabra oso.

Adán: ¿Flojeoso? ¿Osoflojo?

Hades miró con incredulidad al niño para posteriormente comenzar a reír ante las sugerencias de nombre para la criatura.

Adán: ¿Pereoso?

El dios del inframundo acaricio el cabello del niño una vez más, realmente adoraba compartir el tiempo junto al humano.

Hades: ¿Qué te parece perezoso?

Preguntó la deidad buscando auxiliar al niño en su decisión. Los ojos de Adán se iluminaron, realmente le había gustado el nombre sugerido.

Adán: Tu nombre será perezoso.

Declaró el pequeño mientras cargaba en sus brazos al animal recién nombrado.

Zeus: Veo que siguen nombrando a los animales.

Mencionó el padre del cosmos al llegar al jardín del Edén acompañado por el tirano de los mares.

Adán: ¡Tíos! ¡Tíos! ¡Miren! ¡Se llama perezoso!

Gritó emocionado el niño mientras les enseñaba al pequeño animal. Zeus rio al escuchar aquel nombre tan original, mientras que Poseidón ignoro por completo al humano enfocando su atención a su hermano mayor.

Poseidón: Gea está buscándote, quiere hablar contigo.

Comentó molesto la deidad mientras trataba de esquivar al pequeño humano quien intentaba acercarle al recién nombrado perezoso.