Déspues del Ragnarok

Caos, matemáticas y pollos

La llegada de uno de los príncipes del infierno al hogar de la humanidad no sentó muy bien a la mayoría de las deidades.

El dios Poseidón fue el primero en enterarse, sin dudarlo tomó su tridente y busco asesinar a Beelzebud. Después de varias horas de persecución y muebles rotos, fue detenido por los mortales, ya que parecía que Simo sufriría un ataque cardiaco al presenciar tanto desastre en su hogar.

Como segunda opción busco sacarlo a la fuerza, cada vez que conseguía acercarlo a la puerta era empujado de regreso por un enjambre de moscas. Después del centésimo intento se dio por vencido, y sin más declaró que permanecería en ese lugar hasta que el demonio se fuera.

El semidios fue el siguiente en enterarse, al igual que su tío trato de echarlo, pero por más fuerza que usara le fue imposible. Los humanos observaban divertidos los esfuerzos del semidios, como si no lo hubieran intentado antes. Hércules siguió el ejemplo de Poseidón y se mudó a la habitación del londinense.

Quetzalcóatl fue quien intento ser más diplomático con toda la locura que sucedía a su alrededor, le ofreció al príncipe reubicarlo dentro de su territorio, le aseguraba que dentro de su área estaría a salvo. A Beelzebud no parecía importarle en lo más mínimo las palabras del dios azteca ya que lo interrumpió diciéndole que era un pesado y que ya lo había aburrido. Quin Shi Huang tuvo que detener a su novio de su intento de homicidio.

Cuando llegó el turno de Thor busco volarle la cabeza al príncipe, pero todo lo que consiguió fue volar entrada de la casa. Al instante fue echado por el finlandés quien estaba a punto de asesinar a todos los presentes.

Simo: ¡Ese cabrón se queda y punto final!

Declaro harto el finlandés, nadie se atrevió a contradecirle.

Simo: ¡Y tú te harás responsable de él! ¡Mas te vale hacerte cargo!

Amenazó al monje quien estaba a punto de reclamarle, pero una mirada de la muerta blanca fue suficiente para callarlo.

Simo: Iré en búsqueda de patatas para la cena de esta noche. Cuando regrese quiero esta casa arreglada y la cocina también.

Todos asistieron.

Simo: Y no olviden descongelar los pollos.

Beelzebud: Pero ¿qué dices? Yo pensaba que nos comeríamos al perro.

Comento con tranquilidad el señor de las moscas, quien previamente había colocado a la pobre Carelia en una gran olla junto a un montón de vegetales. La cordura del finlandés desapareció y se abalanzo contra la deidad.

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Entre dioses y humanos comenzó la reparación de su hogar.

Quetzalcóatl junto a Lǚ Bù y a Leónidas, retiraron los escombros del lugar.

Hércules y Raiden se encargaron de conseguir la madera para arreglar la entrada. Okita y Sasaki tomaron la tarea de cortarla y lijarla. Fue quien Tesla se encargó de guiar la reparación de la entrada y de arreglar el cableado destruido durante la pelea. Mientras que Jack se hacia cargo de los muebles y cortinas dañadas.

Nostradamus y Rasputín limpiaron las manchas de sangre y de comida alrededor de la casa. Mientras que el emperador y los padres de la humanidad arreglaban las alacenas de la cocina.

Y por último se encontraba el dios Poseidón quien mantenía amenazado al príncipe de los demonios con su tridente, al mismo tiempo que consolaba a Carelia en su regazo.